El informe tardará varias semanas y algunas pruebas se pedirán a Madrid
18 feb 2014 . Actualizado a las 20:36 h.Los investigadores han finalizado el trabajo de campo en el arenal de Santa Comba, en Ferrol, donde el pasado domingo un vecino de la zona halló restos óseos humanos. En la tarde de ayer, un dispositivo formado por un antropólogo forense, miembros de la Policía Científica y efectivos de Infantería de Marina, participaron en las labores de custodia, retirada y estudio de los huesos, que ya han sido trasladados del lugar.
Según fuentes de la Policía Nacional, que ha constatado el afloramiento de un esqueleto humano, las labores se prolongaron hasta primeras horas de la noche, lo que requirió la instalación de distintas carpas de la Armada para proteger el lugar, así como la puesta en marcha de un grupo electrógeno para iluminar la zona, aportado por el servicio de bomberos.
El antropólogo forense Fernando Serrulla se desplazó ayer hasta la citada playa, donde el cuerpo esqueletizado apareció semienterrado en una zona de tierra y rocas ligeramente elevada sobre el mar. Perteneciente al Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), el especialista dedicó la tarde del lunes a desenterrar los restos humanos hallados y tomar muestras del entorno, que utilizará en su laboratorio para determinar la fecha aproximada en que fueron depositados en el lugar.
Agentes de la Policía Científica se hicieron cargo el domingo de los huesos que estaban completamente al descubierto, que fueron guardados en una cámara de una funeraria local. Según testigos del hallazgo, a simple vista se apreciaba un cráneo, una mandíbula, varias vértebras y huesos del brazo.
Aunque todos los indicios apuntan a que se trata de huesos «muy antiguos» será necesario aguardar el informe de Serrulla, que puede tardar más de un mes, ya que, presumiblemente, algunas de las pruebas serán solicitadas al Instituto Toxicológico de Madrid. La extracción del ADN de los restos puede arrojar luz, aunque por el lugar en el que fueron hallados parece que no se trata de una persona ahogada. No es habitual que el mar alcance el punto alto entre rocas y dunas donde fue localizado el cuerpo, pero todo apunta a que los temporales de las últimas semanas lo habrían dejado al descubierto. Por otra parte, un arqueólogo de la Xunta inspeccionó ayer los restos de la embarcación que aparecieron a unos cien metros de los huesos. Aunque Cultura apela al informe final para saber si existe relación, fuentes consultadas descartan inicialmente la relación entre ambos hallazgos.