Portos evalúa los destrozos del temporal en muelles de Ortegal

ana f. cuba CARIÑO / LA VOZ

FERROL

CÉSAR TOIMIL

Responsables del organismo visitaron Cariño, Espasante y Bares

04 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, y varios técnicos del departamento recorrieron ayer los puertos de Ortegal más afectados por el temporal Nadja, que arrasó con más de 30 metros de espigón en el muelle comercial de Cariño, arrancó una parte del dique de Espasante y arrastró cantos rodados del antiguo muelle de O Coído, en Bares. De momento no hay estimación económica de los daños, aunque sí han empezado a retirarse escombros y elementos desprendidos para evitar problemas mayores. Y se han señalizado y acordonado los puntos que entrañan mayor riesgo. La delegada territorial de la Xunta, Belén do Campo, también se acercó por la tarde a la localidad cariñesa, para ver los daños, acompañada de la alcaldesa, Purificación Seixido.

El mal tiempo ha acarreado importantes pérdidas para el sector pesquero. Buena parte de la flota de la comarca de Ortegal lleva más de un mes sin apenas faenar, ya que la sucesión de tempestades ha obligado a mantener la flota amarrada. «Decembro, o mes no que o peixe e o marisco acada maior prezo, xa foi moi malo, e xaneiro foi pésimo», explica un pescador de Cedeira. En el mismo sentido se expresa Diego, del puerto de O Barqueiro. «Cuando dieron el aviso, ya el viernes, amarramos los barcos en el río (en la zona próxima a San Fiz)», cuenta. Allí continuaban ayer varias lanchas, guarecidas ante la nueva embestida del mar que se avecina para la próxima madrugada, con olas que podrían superar los 10,4 metros de altura, según Puertos del Estado.

La flota de Cariño vivió con especial inquietud lo sucedido la madrugada del domingo. El mar llegó a sobrepasar el nivel del muelle hasta adentrarse en las instalaciones de la lonja, sin producir daños de relevancia, indicaron ayer desde la rula. En la explanada situada junto al muelle, donde se apilan redes, nasas y aparejos, las olas arrancaron el asfalto, abriendo socavones, y volcaron una carretilla elevadora. También se llevaron el carro de un barco. A muy pocos metros de allí, hacia el muelle comercial, el mar derribó un yate que se encontraba en seco, causándole notables desperfectos. Una empresa contratada por Portos de Galicia inició por la mañana la retirada de escombros, trozos de hormigón y asfalto arrancados por el agua y esparcidos por la explanada portuaria de Cariño.

En el Porto de Bares también comenzaron las tareas de limpieza de la zona próxima al Coído, con una pequeña pala y un dumper. El oleaje golpeó el muelle con especial virulencia, movió cantos rodados, que quedaron esparcidos por el paseo que conduce a la punta del Coído, y levantó losetas de los senderos, que acabó diseminando, junto a las piedras arrastradas, por el área recreativa, donde invernan las chalanas, y el entorno de las dunas y el parque infantil. «Parece un campo de batalla», comentaba un vecino el domingo a mediodía. El mar socavó el paseo de madera, desde la bajada del restaurante La Marina, en Bares; y arrancó la pasarela que comunicaba la playa de Esteiro, en O Barqueiro, y Loiba, en Ortigueira. También afectó a las playas de Fornos y A Basteira, en Cariño; Ponzos y Santa Comba, en Ferrol; y O Rodo, en Pantín. Destrozó barandillas y paseos marítimos, y devoró dunas y taludes que, en algún caso, acabaron viniéndose abajo.

El oleaje causó desperfectos en paseos y playas de Cariño, Ferrol o Valdoviño