El color del cristal

Nona Inés Vilariño

FERROL

22 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Al leer los resultados de los sondeos electorales siempre tengo la sensación de que mi percepción se aleja cada día más de la de los políticos que valoran el alcance y significado de los datos. Incapaces de dejar a un lado el color de sus partidos, se esfuerzan en demostrarnos lo bien parados que salen de un análisis de la realidad que tozudamente contradice lo que ellos edulcoran en esa cocina virtual, a la que los demás no tenemos acceso. En otra situación esta actitud no dejaría de ser anecdótica. Pero con la que está cayendo en estas dos Españas machadianas que nos hielan el corazón a diario, no se cómo esos líderes, que reciben un suspenso general mayor que el que nos da a todos el informe PISA, no se dirigen al ciudadano para: primero pedir perdón y después buscar, en lo que sea posible, un acuerdo básico para abordar las dos o tres cuestiones que no admiten ya la mínima demora: el paro, el irrespirable ambiente de la situación política generado, sobre todo, por la deriva independentista y la desafección de los ciudadanos hacia una clase política cada vez más endogámica.

Si nos detenemos en lo que ocurre en Galicia el panorama no varía. Todos están satisfechos, porque tienen expectativas de mantener o? alcanzar el poder. Pobres de nosotros si tras el color del cristal no hay la lucidez necesaria para hacer una sincera y honesta autocrítica. Muy especialmente en una oposición incapaz de asumir que así seguirá siendo por mucho tiempo, eso: Oposición