El presidente mexicano respalda los contratos de Pemex con Galicia

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

Peña Nieto asegura que los encargos fortalecerán la industria petrolera de su país

14 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras varias semanas en las que los contratos de Pemex con Navantia y Barreras se situaron en el centro de la tormenta política, el Equipo para la Transición Gubernamental del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, despejó ayer definitivamente las dudas abiertas sobre los encargos. A un día de su llegada a España, en el marco de una gira europea, su equipo sostiene que ve «con beneplácito» los contratos firmados por una filial de la petrolera estatal con Navantia y Barreras para la fabricación de dos buques hotel.

En un comunicado recogido por Efe, el futuro Ejecutivo mexicano, cuyo presidente tomará posesión el próximo diciembre, sostiene que la contratación puede representar un paso importante para fortalecer la competitividad de la industria petrolera mexicana, mantener la seguridad de sus trabajadores, y reportará beneficios importantes para las economías de México y España. Peña Nieto también está convencido de la importancia de «renovar la flota naval de la empresa petrolera», y en este marco de necesidades se encuentra la construcción de navíos para alojar a las dotaciones de las plataformas marinas.

El comunicado subraya que, tras detectar esa necesidad, Pemex Internacional (PMI) ha suscrito dos contratos con astilleros de Galicia para la construcción de dos «floteles», que supondrán una inversión conjunta de unos 300 millones de euros.

Los acuerdos fueron sellados el pasado 29 de septiembre, rubricados por el consejero delegado de PMI en España, José Manuel Carrera; el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, y el administrador y accionista mayoritario del astillero Barreras, José García Costa, con la presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

Los partidos de la oposición criticaron de inmediato el uso electoral del contrato y la polémica creció después, cuando los máximos responsables de Pemex en México negaron que hubiesen firmado acuerdos con los astilleros gallegos. Tampoco acabó con las dudas la versión dada por su filial, PMI, explicando que los contratos los había sellado ella, y que estaban plenamente en vigor.

Tampoco ayudaba el hecho de que se fuese a producir un cambio en el Gobierno, después de la victoria del PRI en las urnas y habida cuenta de que Pemex es una empresa pública, sujeta a decisiones políticas. Sin embargo, las declaraciones oficiales del equipo de Peña Nieto vienen a clarificar por completo su posición sobre los pedidos.

Reacción de los trabajadores

Ignacio Naveiras, portavoz del comité de Navantia Ferrol, admitió que la versión oficial del Gobierno mexicano sobre los encargos navales les da una «mayor tranquilidad». Sin embargo, la plantilla, que ha sido muy crítica con lo que considera un uso electoral de los encargos, insiste en que «la verdadera tranquilidad nos llegará cuando comencemos a cortar la chapa».