El naval destruyó 1.800 empleos y tiene ya seis firmas con ERE

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

CEDIDA

Empresas de aceros, tubería y servicios han aplicado ajustes en la ría

12 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Ánimo a todos, que desta vamos arrancar o que nos corresponde», afirmó ayer Ignacio Naveiras, portavoz del comité de Navantia Ferrol, a los trabajadores concentrados en la plaza de Armas para reclamar un futuro para el sector. «Daros prisa, que como sigamos así no vamos a quedar ninguno», le respondió con agria ironía un operario de la industria auxiliar. Y es que este intercambio de declaraciones retrata el drama en el que lleva inmersa la industria de construcción y reparación de buques en la ría ferrolana desde hace más de un año y que aún no tiene visos de solución. De hecho, desde el comienzo del declive en la ocupación en las plantas locales hasta el momento alrededor de 1.800 operarios de compañías auxiliares han perdido sus empleos y media docena de empresas ya aplican expedientes de regulación de empleo o los están negociando. En este último caso se encuentran Tecnymo -que plantea tanto despidos como suspensiones temporales- como Calsomatu, que ha manifestado su interés por regular a parte de su plantilla varios meses, aunque sin ningún despido. Estos ajustes se sumarán a los ya aplicados por Maessa, Clece, Idecom y Acciona Fene, que han tomado este tipo de medidas ante la acuciante caída en la ocupación en las dos plantas locales. No obstante, con un barco en cartera finalizado y otro en su fase última de fabricación y sin nuevos encargos, los representantes de los trabajadores dan por hecho que a las firmas con regulaciones laborales les seguirán otras. En estos momentos, las tareas que se llevan a cabo en las antiguas Astano y Bazán aún generan ocupación para unas 1.800 personas, pero hay gremios que ya han entrado en subactividad. Las plantillas de las compañías temen que Navantia retire ocupación ya adjudicada a algunas firmas para dar trabajo a sus operarios.

Con el naval ferrolano en estado crítico, las próximas semanas serán cruciales, ya que, de no lograrse nuevos encargos, otros cientos de operarios podrían perder sus empleos en una comarca ya de por sí azotada por el paro.