Los socorristas de Ponzos y Santa Comba, todavía sin casetas

Ana de Antonio FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSÉ PARDO

Guardan los flotadores de rescate y el botiquín en sus propios vehículos

07 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Una semana después de que arrancara la temporada oficial de verano, y con ella llegaran los socorristas a las playas de la ciudad, muchos de ellos están trabajando sin los medios necesarios. Así es como lo denuncia gran parte del colectivo, sobre todo el que corresponde a los arenales que este año se vigilan con voluntarios de Protección Civil. Solo Doniños y San Xurxo, las únicas que lucen bandera azul, estarán cubiertas los dos próximos meses por los profesionales de la empresa Xemade, entidad que el pasado año se hizo cargo de la vigilancia de todas las playas de Ferrol.

Este año, sin embargo, el Concello solo sacó a concurso estos dos arenales dejando las otras en manos de los voluntarios de Protección Civil. Son estos profesionales quienes en Santa Comba y Ponzos tienen que desempeñar su trabajo bajo una sombrilla si hace buen tiempo y sentados en sillas de playa de su propiedad porque todavía están esperando a que lleguen las casetas de socorrismo. Es más, cuando hace mal tiempo y llueve, como ha ocurrido estos últimos días, los socorristas tienen que vigilar las playas metidos en el coche, también de su propiedad. Así es como estuvieron gran parte de las ocho horas de su jornada el pasado jueves y en la mañana de ayer. Debido a su deterioro, ya evidente el pasado verano, el Concello mandó reparar las casetas y una semana después de iniciarse la temporada estival aún no han llegado.

También en sus vehículos particulares tienen el botiquín y el cámping gas para calentar agua en caso de picaduras, por ejemplo. Cuando llega la noche, y mientras no aparezcan las casetas, tienen que llevarse el material a sus casas para evitar robos. También por culpa de no tener casetas los socorristas no disponen ni del tablón de rescate ni del cervical, ambos necesarios para determinados rescates.

En Ponzos ni siquiera tienen mástil para izar la bandera que indica el estado de las mareas y en Santa Comba tienen que esconderlo por las noches porque no cabe en el coche.

Y la situación no pasa desapercibida para quienes acuden a estas playas. Indignados, muchos turistas se acercan a los voluntarios de Protección Civil para mostrarles su apoyo por la situación en la que desarrollan su trabajo.