Localizan en Betanzos al vecino de Neda desaparecido

A. B., S. A. redacción / La Voz

FERROL

Los agentes lo reconocieron por las descripciones que figuraban en su poder a raíz de la denuncia que interpuso la familia cuando comprobó que no regresaba a casa.

17 ago 2011 . Actualizado a las 12:17 h.

Una patrulla de la Policía Local de Betanzos encontró ayer a las nueve y media de la mañana en el muelle de esta localidad coruñesa a José Manuel Anca Calvo, el vecino de Neda de 57 años de edad que desapareció de su domicilio el pasado martes cuando salió a pescar. Según explicaron fuentes del cuerpo municipal, los agentes lo reconocieron por las descripciones que figuraban en su poder a raíz de la denuncia que interpuso la familia cuando comprobó que no regresaba a casa. Entonces, le pidieron que se identificase y, «sin sorprenderse», les mostró su documentación, que ratificaba que se trataba del hombre al que la Guardia Civil buscaba desde hace una semana por toda Galicia.

La Policía Local de Betanzos comprobó que el hombre estaba en buen estado de salud e informó del suceso a la Guardia Civil.

Miembros del cuerpo armado se presentaron en el lugar y le solicitaron al hombre que los acompañase al cuartel de la localidad, que estos días se encuentra en fiestas. Allí se dio conocimiento a la familia y le fue tomada declaración para aclarar las causas de la desaparición, ya que todavía hay diligencias judiciales abiertas sobre el caso. En ese momento, el hombre adujo motivos personales para ausentarse de su vivienda estos días.

El coche, en Burela

El hombre también reveló que había dejado su coche en Burela, el primer destino de su huida, que duró exactamente siete días. Al parecer, todo indica que la ruta que siguió el hombre y que tuvo como punto final Betanzos comenzó en A Mariña, continuó en Taramundi, en Asturias, y Lugo, y concluyó ayer a orillas de la desembocadura de los ríos Mendo y Mandeo.

La búsqueda de José Manuel Anca comenzó el miércoles pasado, un día después de su desaparición, en el embalse de As Forcadas, ubicado en el municipio de Valdoviño y la zona habitual en la que solía practicar el deporte de la pesca. Los familiares y amigos y agentes de la Guardia Civil de Valdoviño comenzaron a rastrear el lugar para tratar de hallar algún indicio del paradero de este marino mercante retirado, casado y con dos hijos. Desde el primer momento, sus allegados sostuvieron que debía de tratarse de un accidente, ya que lo describieron como «una persona metódica y hogareña». Indicaron que todas las tardes ayudaba a su madre y que nunca se había ausentado de su domicilio.

Sin embargo, el dispositivo no obtuvo resultados. Por este motivo, se manejó la posibilidad de que no hubiese salido al embalse a pescar, sino a la costa. Salvamento Marítimo entró en el operativo. Un helicóptero buscó por la comarca, pero tampoco consiguió pistas sobre dónde podía estar el vecino de Neda.

Ante la falta de indicios, la Guardia Civil solicitó al juez permiso para usar una técnica de localización por GPS, tanto para su móvil como para el vehículo. Finalmente, no fue esta moderna tecnología la que encontró a José Manuel. Bastó con los ojos de dos policías que lo vieron paseando «desarreglado» por el muelle de Betanzos.