El parón del eólico destruyó más de 1.200 empleos en la zona

beatriz couce ferrol / la voz FERROL / LA VOZ

FERROL

En el último lustro, tres fábricas cerraron y otras adelgazaron plantillas

13 jun 2011 . Actualizado a las 13:20 h.

La paralización del sector eólico en Galicia ha pasado una dura factura a la industria de Ferrolterra, que había logrado posicionarse como capital gallega de este mercado. De ese pasado de esplendor que le llevó a concentrar el 20% de todas las plantas de fabricación de componentes para aerogeneradores del país apenas si quedan ahora un pequeño reducto. Hace un lustro, las factorías de las tres comarcas empleaban de forma directa -sin contar los puestos de trabajo que movilizaban las firmas auxiliares y los sectores complementarios, como el transporte y la maquinaria auxiliar- a unas 1.500 personas. En estos momentos, de las grandes compañías solo se mantienen abiertas tres -Gamesa en As Somozas, Alstom (antigua Ecotecnia) en As Somozas y Narón, y Eymosa en este último municipio- pero el nivel global de empleo se ha reducido drásticamente.

En estos momentos, entre las tres suman unas 450 personas, pero los 120 trabajadores eólicos de Eymosa-Ventogal verán suspendido temporalmente su empleo si el ERE planteado por su firma se lleva a cabo.

Así, Gamesa, que llegó a emplear a unas 700 personas, ha ido mermando su plantilla hasta quedarse con los 259 actuales. El hecho de que resultase excluida del último concurso eólico gallego llevó a esta multinacional a anunciar el desmantelamiento de parte de su capacidad productiva, que se ha traducido ya en la supresión de cientos de puestos de trabajo y en la eliminación de líneas de fabricación.

La fábrica de Turbinas de Navantia, que había llegado a sustentar cientos de puestos de trabajo directos en el eólico, perdió la licencia que tenía con el tecnólogo Bonus (ahora Siemens) y quedó fuera del mercado, al que actualmente lucha por regresar. LM Composites, que fabricaba palas en As Pontes, cerró en el 2009, suponiendo la supresión de unos cien empleos. Otros setenta se perdieron con el cierre de la mugardesa Metalúrgica del Atlántico, perteneciente a Talleres Cachaza, y también dejó el mercado eólico la pontesa Danigal. En conjunto, más de 1.200 puestos destruidos solo en las fábricas, aunque el impacto de la crisis es mucho mayor debido a la actividad indirecta que se mueve alrededor.

Desde hace varios años, la Asociación Eólica Gallega venía alertando de las nefastas consecuencias para el sector que iban a derivarse de la paralización en la adjudicación de megavatios generados con la fuerza del viento en una comunidad que había ostentado el liderazgo de este sector a nivel nacional y los resultados se han traducido en la pérdida de capacidad y producción.

La última firma afectada por la crisis es Eymosa, que esta misma semana anunció a los trabajadores su intención de poner en marcha un expediente de regulación temporal para 121 trabajadores durante cuatro meses, ante la ausencia de nuevos encargos.

Volcados en el exterior

Con el mercado interno paralizado -el nuevo reparto eólico aún no se ha traducido en trabajo-, las empresas están totalmente volcadas en el sector exterior, fabricando componentes para un nutrido grupo de países.

La actividad de la planta de gas de Reganosa cayó en el mes de mayo en un 1% con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. No obstante, los informes que publica mensualmente Enagás, el gestor del sistema, indican que el balance de la producción acumulada del año es mayor que en el mismo período del 2010.

En concreto, entre enero y mayo del pasado ejercicio, la terminal gallega distribuyó a la red un total de 6.992 gigavatios a la hora, mientras que en lo que va del 2011 han sido 7.422. En términos porcentuales supone un incremento en la producción del 6,1%. Se trata de un dato positivo si se tiene en cuenta que se lleva a cabo en un contexto de bajada de la demanda -principalmente de los consumos de gas para generación eléctrica- y también que ya se ha producido la entrada en funcionamiento del nuevo gasoducto Medgaz, que enlaza la costa argelina con Almería y que ha venido a diversificar las fuentes de abastecimiento de este combustible en el país.

También es significativo el aumento de las exportaciones desde la regasificadora mugardesa hasta Portugal, a través del gasoducto que entra en el país luso por Tui. Solo en el mes de mayo la salida de gas desde la ría de Ferrol hasta Portugal se multiplicó por cinco en comparación con el volumen de gas emitido en mayo del 2010.

Por otro lado, Reganosa avanza en el negocio de salida de gas a través de camiones cisterna. En lo que va de año cargó 28 vehículos pesados, que transportan gas hasta las plantas satélite de aquellos puntos de la comunidad o empresas que no disponen de la red de abastecimiento. En los cinco primeros meses del 2010 suministró combustible a 17 vehículos pesados, 11 menos que en este año.

Desvíos de buques

Por otro lado, el gestor del sistema, debido a una situación excepcional, decidió a finales del pasado mes desviar buques a las plantas de Cartagena (Murcia) y Mugardos, ante el riesgo de que ambas no pudiesen atender su producción diaria de mínimo técnico y para mantener los niveles de existencias de Gas Natural Licuado (GNL) con márgenes adecuados de seguridad. Sin embargo, no pudo materializar el desvío de ningún navío apropiado a las características de la planta gallega, por lo que la regasificadora decidió aprovechar esta coyuntura para realizar las tareas de mantenimiento que tenía programadas para el verano. Este tipo de trabajos, no obstante, no ha supuesto la paralización total de las instalaciones energéticas.