La ejecutiva del PSOE dimitirá si Irisarri no apura su renuncia

f. fernández FERROL / LA VOZ

FERROL

La dirección quiere «reconstruir el partido» y cerrar el grupo municipal

31 may 2011 . Actualizado a las 12:35 h.

«La ejecutiva está preocupada por trabajar por la ciudad, no estamos pensando en nuestras cuestiones internas», manifestó el secretario general del PSOE ferrolano y alcalde en funciones, Vicente Irisarri, el jueves por la noche, a la salida de la primera reunión de la dirección socialista ferrolana tras perder las elecciones el domingo 22 de mayo.

Pero, en cambio, la ejecutiva sí está pensando en sus «cuestiones internas», en reorganizar el partido a nivel local y cerrar la composición del grupo municipal que tomará posesión el 11 de junio, con el resto de la nueva corporación. Irisarri pide para todo ello «calma y serenidad», pero el resto de la cúpula socialista no opina lo mismo: quiere «reconstruir el partido y empezar a trabajar cuanto antes». Esta semana hay una nueva reunión de la ejecutiva local para analizar las decisiones del comité federal del sábado en Madrid, pero también se pondrá sobre la mesa de Irisarri una exigencia: que dimita «ya» como secretario general, lo mismo que le pidieron varios miembros del comité provincial, a fin de avanzar en la renovación del aparato del partido. De lo contrario, la ejecutiva local está dispuesta a forzar la máquina renovadora y presentar su dimisión en bloque. Eso obligaría a disolver la dirección y a conformar temporalmente una gestora, que dirigiría el proceso de elección de una nueva ejecutiva. Irisarri no estaría en ella, pues apenas si cuenta con apoyos dentro del partido en Ferrol. Tampoco parece tener demasiados a nivel provincial, pues en el comité del sábado pasado en A Coruña ocho de los 27 asistentes plantearon a Salvador Fernández Moreda que Irisarri debía asumir responsabilidades y seguir el ejemplo de Javier Losada y Carmen Marón en A Coruña. Estos dirigentes socialistas anunciaron que se iban (incluso renuncian al acta de concejales electos) al día siguiente del desastre electoral.

Irisarri se comprometió meses atrás a que dejaría la secretaría general al día siguiente de las elecciones «pasase lo que pasase» en ellas. Lo hizo ante la alta dirección del partido en la provincia y en Galicia para zanjar la crisis interna abierta por la confección de la lista electoral. Entonces se alcanzó una candidatura de consenso a cambio de su compromiso a renunciar a la secretaría general en Ferrol. Pero parece que Irisarri quiere ganar tiempo y mantener las riendas del partido -al menos orgánicamente- a sabiendas de que cuenta con pocos apoyos.

El control del grupo

¿Para qué? Quizá para controlar la composición del futuro grupo municipal, ahora en el aire por posibles problemas de incompatibilidades de Natividad González Laso (gerente de Costa Noroeste) y Jaime Pena (trabajador de Emafesa), ambos críticos con Irisarri. Laso y Pena deben elegir entre su trabajo, vinculado al Ayuntamiento, y su acta de edil. Con que uno de ellos decida dejar el Concello, Sandra Ríos (número ocho) entraría en el grupo. Ríos forma parte del equipo de confianza de Irisarri junto a Ramón Veloso y Manuel Santiago. Serían cuatro frente a tres del sector crítico. Y son los concejales electos los que votan a los diputados provinciales.

Irisarri avanzó hace unos días a concejales entrantes y salientes que quería ser parlamentario en A Coruña y portavoz del grupo municipal.