Gabriel Tizón retrata a los vecinos en su nueva exposición
10 may 2011 . Actualizado a las 13:21 h.Sentada sobre un banco de piedra, Lita da Quincalla mira a la cámara con la pose perfecta: las piernas cruzadas y ladeadas ligeramente hacia un lado, las manos posadas suavemente sobre el regazo y un mechón blanco, rebelde, cruzado en la frente. Es un retrato sencillo. Austero. Pero, sobre todo, es un retrato lleno de verdad, como el resto de las imágenes que integran la exposición Veciños, del fotógrafo ferrolano Gabriel Tizón.
La muestra, inaugurada el domingo en el local social de Covas con una «expofesta» en la que hubo «mucha alegría, música y mejillones» -relata feliz el autor-, está integrada por veinte fotografías en las que se puede ver a un buen puñado de vecinos de la parroquia. Entre ellos está Lita da Quincalla, pero también Lolo do Marinero, Maceiras, Sindo de Paulino, Benito y Manola, Amelia de Eleuterio... «Son gente a la que conozco de toda la vida, porque yo me crié en Covas, y por los que siento un gran cariño y admiración. Esta exposición es un homenaje a ellos, a todas esas personas anónimas que tantos valores nos han transmitido», apunta emocionado Tizón, que ha organizado la muestra en colaboración con la asociación Columba.
Para armar la exposición, el autor siguió los pasos de los antiguos fotógrafos de pueblo, «esos que iban de puerta en puerta los domingos por la tarde, para retratar a los vecinos». Y tal vez por eso las imágenes de Veciños tienen un cierto sabor añejo, muy alejado de la óptica contemporánea a la que está acostumbrado el ojo de Tizón. «Fue algo premeditado porque quería sacarlos de frente, en su cotidianidad, tal y como son, y aunque me costó, creo que al final lo conseguí», dice satisfecho.