La compañía suiza Chopard, fundada en 1856 y que está dedicada al lujo, especialmente en joyería y relojería, exhibe estos días un diamante único que por sus extraordinarias características está llamado a convertirse en uno de los más famosos del mundo.
Se trata de una piedra de 85 quilates y de una pureza irrepetible. Destaca por su extrema nitidez, una blancura que lo coloca en la categoría de los diamantes IIA, reservada a los que son muy puros desde un punto de vista químico y que representan aproximadamente el 1 por ciento de todos los que existen hoy en el planeta.
Los diamantes de semejante pureza proceden casi siempre de las minas de Golconda, en la India, y son los más afamados y codiciados por los coleccionistas que pueden permitirse un lujo de este tipo. No tiene precio, siendo una subasta la que lo marcase en caso de venta.
Otro diamante de Golconda muy famoso es el mítico Koh-I-Noor, de la Corona de Inglaterra. Tiene 105 quilates. Otro ejemplo es el Regente, propiedad en su día de María Antonieta, que hoy brilla en el museo parisino del Louvre.
A la compañía Chopard pertenece también el brazalete valorado en 850.000 dólares que la actriz Christina Hendricks, de la serie de televisión Mad men, perdió durante la entrega de los Globos de Oro.
Al final, el brazalete apareció, pues ella se percató enseguida de que lo había extraviado, y fue devuelto en perfecto estado a la prestigiosa firma suiza.