La trama de los prostíbulos utilizaba a más de 30 jóvenes brasileñas

F. V. FERROL/LA VOZ.

FERROL

15 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

Siete de las nueve personas que permanecían detenidas por la policía tras la redada contra contra la explotación sexual de mujeres en clubes y pisos de Ferrol y Narón fueron enviadas a la cárcel ayer noche. El juez de guardia lo resolvió tras recibir a todos los arrestados, durante la mañana y tarde. El fiscal había pedido la prisión para los nueve, pero el juez, a la postre, resolvió dejar en libertad con cargos a dos de ellos.

Entre los encarcelados se encuentra Antonio V. P., al que se le considera actualmente en principal jefe del negocio de los prostíbulos de la zona, su hijo, J. A. V. L., y la que era su esposa, pero que permanece, según parece, en el negocio de los burdeles. El juez les imputa delitos relacionados con el artículo 188 del Código Penal que castiga a quienes se lucran con la prostitución, aunque las mujeres que la ejercen presten su consentimiento. Durante la redada fueron registrados los clubes Noray -nombre con el que la policía bautizó la operación- y Jade, en Ferrol, más el Lala's en la carretera de Castro, en Narón. Igualmente varios pisos en Ferrol, también utilizados como burdeles, sobre todo tres situados en un mismo edificio de la calle Ourense, en el Ensanche. Según la policía, la trama desmantelada con esta operación llegó a utilizar a 30 mujeres, en su gran mayoría de origen brasileño, y algunas en situación irregular en España.

La reforma de la legislación penal en esta materia permite actualmente perseguir también a los proxenetas aunque las prostitutas ejerzan voluntariamente. También se le imputa a parte de ellos delitos contra los derechos de los trabajadores y otros relativos a la inmigración clandestina.

La operación estuvo supervisada, desde el pasado octubre en que comenzó la investigación, por el Juzgado de Instrucción número 1, cuya magistrada será la que continúe las diligencias a partir de la próxima semana, cuando el juez de guardia ayer le remita todas las actuaciones. Según ha explicado la comisaría a través de una nota, en la pesquisa participaron desde policías especializados en redes ilegales de inmigración hasta otros expertos en materia de extranjería y fronteras, tanto de Madrid como de A Coruña y Ferrol, para abarcar toda la trama. La misma nota sitúa a Antonio V. P. -al que algunos llaman Vizoso - y a su hijo, vecinos de Ferrol, como «los cabecillas» de la trama, pero utilizaban, añade la policía, a terceras personas para controlar los tres clubes (el Jade, de Catabois, está cerrado desde hace tiempo) y varios pisos prostíbulo. El negocio parecía redondo porque, apunta igualmente la comisaría, se lucraban de 30 mujeres ejercientes.

Estos acusados han reconocido que están vinculados al mundo de los prostíbulos, si bien sostienen que no explotaban a las chicas, que actuaban de forma voluntaria y con condiciones pactadas.

Fuentes judiciales consideran que tras el golpe dado a los clubs de alterne de Barallobre (Fene), As Pontes y Mera (Ortigueira), durante operaciones semejantes desarrolladas hace una década por el juez Morán Llordén, el negocio se trasladó a los pisos como los de la calle Ourense. Por ello se ha valorado muy positivamente este nueva redada porque continúa aquella y persigue las nuevas formas de explotación de mujeres inmigrantes prostituidas.