Espera y desea subir con el club ferrolano y destaca que es muy importante acabar da liga de primeros
14 ene 2011 . Actualizado a las 13:19 h.El fútbol da muchas vueltas y sino que se lo pregunten al madrileño Marcos Martín Ortega, que a sus 24 años pelea por una plaza de titular en un Racing de Ferrol que sueña con sacar la cabeza del pozo de Tercera. Sin embargo, Marcos Martín ya vivió mejores tiempos, estuvo diez años en la cantera del Atlético de Madrid, coincidió como jugadores como Roberto, ahora portero del Benfica o David Fernández, su gran amigo, que ahora juega en el Celta. Llegó a jugar en el primer equipo del Atlético de Madrid, aunque solo fuera en partidos amistosos como el homenaje a Jesús Gil y algún otro. Fue internacional por España en las categorías sub-16, sub-17 y sub-18. En esta última logró el subcampeonato de Europa, con una selección en la que brillaba con luz propia David Silva, ex del Valencia y ahora en el Manchester City, así como Sergio Ramos, ahora en el Real Madrid.
Marcos Martín, aunque solo tiene 24 años, sabe que para él, salvo un milagro, ya no habrá más trenes a los que subirse: «No sé porqué no triunfé. Todo iba bien en la cantera del Atlético de Madrid pero ya llevaba dos años en el filial, había hecho la pretemporada con el primer equipo pero apenas había disputado algunos amistosos. No llegamos a un acuerdo de renovación, ya que cuando eres joven valoras otras cosas, aunque ahora me arrepiento de haber dejado el Atlético de Madrid. Bueno... el caso es que el Cartagena vino a por mí con un proyecto ambicioso, con bastante dinero y además estaban en Segunda División con aspiraciones de subir a Primera y decidí irme».
Añade que luego las cosas no salieron como las había pensado: «El Cartagena no subió y yo no jugué todo lo que habría querido. Al año siguiente decidí irme al Sant Andreu, otro equipo con aspiraciones y allí se acabó todo, fue el batacazo final. Al año siguiente acabé jugando en Tercera con el Alfaro. En solo tres años todo se había esfumado. Fue increíble».
Asegura que cuando le llegó la oferta del Racing no lo pensó: «El Racing era una nueva oportunidad para mí, un equipo con cierto nombre. Recuerdo que cuando estaba en el Atlético de Madrid B, en una fase de ascenso a Segunda A, nosotros les ganamos por 1-0 aunque se dieron otros resultados y el Racing ascendió a Segunda. En el ese Atlético de Madrid B jugaba yo y por cierto también Curro Vacas, con quien me reencontré esta temporada en el Racing, y también con Jonathan Carril, que posteriormente también fue jugador del Racing. Para mí es un orgullo estar en este Racing que por su historia debería de estar más arriba. Ojalá podamos subir, yo estoy convencido de que vamos a conseguirlo».
Añade que para conseguir el ascenso es muy importante quedar primero de grupo: «En la pasada temporada, con el Alfaro, fuimos segundos y no pudimos ascender. Ser primero ofrece a los clubes muchas ventajas y más posibilidades de subir de categoría».