«Aún no empezó el festival y ya pienso en el cartel del 2011»

R.I. FERROL/LA VOZ.

FERROL

08 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En los ochenta y con solo quince años se sumergió en el encanto del festival de Ortigueira sin imaginar que, dos décadas después, formaría parte de la organización del multitudinario evento. Alberto Balboa sabe que es difícil contentar con el cartel a todo el público, pero espera que la ambiciosa apuesta musical de esta edición atraiga a más de 100.000 personas.

-¿Cuáles han sido los criterios para elegir a las bandas que se subirán este año al escenario?

-Queríamos mantener el espíritu con el que nació el festival, volviendo a la música folk más clásica y ortodoxa. Trabajamos todo un año para traer bandas de reconocido prestigio nacional e internacional que nunca antes habían estado en Ortigueira e incluso en España.

-¿Cree que convencerá el cartel al público más fiel?

-Espero que sí, desde la organización defendemos la buena música celta. Puede que a los más puristas no les encaje la presencia de Celtas Cortos y a otros que les parezca que en la variedad está el gusto. Es muy difícil contentar a todos por igual.

-¿Cómo se organiza un evento que reúne a tanta gente año tras año para no defraudar a nadie?

-Aún no ha comenzado el programa y ya estoy pensando en el del año que viene. El trabajo constante y las ganas por hacer un festival puntero dan este resultado. Es importante solucionar los problemas que puedan surgir de forma eficaz y ofrecer al público servicios básicos que no encuentran en otras citas musicales.

-¿Qué ha mejorado desde 1978, cuando arrancó el festival?

-En el año 2005 se le dio un nuevo planteamiento con una nueva gestión y más dedicación. Desde entonces todo el año se vuelve trabajo por y para el festival. De otro modo sería imposible traer a grupos de nivel de todo el mundo.

-¿Contribuirá el Año Santo a que esta cita musical atraiga a más personas que otros años?

-Ya el año pasado aumentó la cifra de visitantes con respecto al 2007 y al 2008, esperamos que el Xacobeo, unido a la atractiva oferta musical, consiga llenar Ortigueira.