Suso Basterrechea alumbra el Torrente con más de 200 dibujos

B. Antón

FERROL

La exposición más grande del artista dirige una mirada irónica al mundo que le rodea, el arte y la violencia

27 abr 2010 . Actualizado a las 17:29 h.

«Soy una persona absolutamente vacilante». Contundente y claro, Suso Basterrechea (Ferrol, 1968) responde así al preguntarle por el título de su nueva exposición. Y es que ...Seguro? gira en torno a las dudas. Pero no solo a las que dan forma a uno de los rasgos fundamentales de su carácter -la indecisión-, sino también a las que tienen que ver con su faceta artística. «La mayoría de mis exposiciones son muy minimalistas, pero en esta, de repente, sentí la necesidad de no ser tan limpio, de no tener que escoger tanto la obra, de no dudar entre una y otra», explica sonriente. Por eso, tal vez, ...Seguro? le ha salido enorme: una muestra en la que hay espacio para unos doscientos cincuenta dibujos realizados por el artista a lo largo de los dos últimos años, pero también para una escultura de gran formato y dos murales realizados in situ .

Estamos en el Centro Torrente Ballester (CTB) y Suso Basterrechea se ofrece a hacer de cicerone en una visita a su exposición, inaugurada el pasado fin de semana junto a otras dos: Ocaso , de Marina Núñez, y el Cristo de la Tahona, que se exhibe en la sala Máximo Ramos en solitario, pese a un título - Imaxes e símbolos relixiosos nos fondos do CTB - que hace intuir que tiene compañía, aunque no sea así. El asunto tiene su por qué, pero estábamos con Suso Basterrechea. Y ahora toca volver con él.

Recorrido

El recorrido por ...Seguro? comienza en la planta baja del Torrente, donde un muro blanco inmaculado marca el comienzo de la exposición. Al final del mismo, se puede leer una frase: Ferrol, Bazán, beautiful muro blanco . ¿Una reivindicación para acercar la ciudad al mar? «Bueno, eso está ahí, claro, pero también es un motivo más para ironizar, porque toda la exposición es muy irónica», explica Basterrechea.

Más adelante, siguiendo los pasos al artista, esa ironía vuelve a asomar en un dibujo de una joven prostituta con un mensaje real, salido de la sección de contactos de un periódico, en el que se puede leer algo tan romántico como «beso boca», o en el «born to kill» (nacido para matar) que acompaña otro de Franco.

En la exposición también hay muchos guiños a la obra de autores reverenciados por Basterrechea -como la famosa liebre de Joseph Beuys, que aquí se convierte en leitmotiv-; dibujos relacionados con la obra pública de Ferrol -como la Fuente de la Fama o el Monumento al Plus Ultra-; y obras que a algunos les harían llevarse las manos a la cabeza. ¿Por ejemplo? Un mural enorme inspirado en las torturas de Abu Ghraib, en el que, en vez de capuchas, los presos de Iraq lucen cabezas de conejos. «Es que Occidente lo mismo fabrica horrores como este que películas de Walt Disney».

Basterrechea asegura que no quiere escandalizar, solo ironizar, pero al final de la visita, entre dibujos, una frase escrita en letras grandes despierta las sospechas: «El escándalo -se puede leer en ella- es una buena forma de comunicarse con esta sociedad».