De clásicos infantiles a Pérez-Reverte, éxitos en el Cantón

FERROL

La Feira do Libro se clausuró ayer con aumento de público en el fin de semana

26 abr 2010 . Actualizado a las 15:31 h.

Después de cinco días en los que el Cantón de Molins se ha convertido en una animada biblioteca al aire libre, la vigésimo primera edición de la Feira do Libro de Ferrol, organizada por el Concello, llegó ayer a su fin. El buen tiempo y lo consolidada que está ya la cita en la ciudad ayudaron para que aumentasen las visitas a las casetas durante todo el fin de semana.

Beatriz Estraviz, de la librería Estraviz, cree que en esta edición «ha habido un poco menos de gente» que en las pasadas. ¿A qué se debe? «Quizás el año pasado se le dio más publicidad», comenta.

En cuanto a los libros más demandados, dice que, a diferencia de otros años, «no ha habido uno mucho más destacado que otros», aunque ha tenido mucho éxito El Asedio de Arturo Pérez-Reverte.

En literatura gallega, Gonzalo Pérez, de Cartabón, comenta que en su caseta entre los más vendidos se ha encontrado Xuvia-Neda, de Vicente Araguas.

Al igual que otros años, señala, los clásicos infantiles siguen atrayendo a los visitantes de la feria: «A Toupiña, que leva anos no mercado, ten aínda moita demanda», manifiesta Pérez.

Asesoramiento

Ambos están de acuerdo en que el público de esta feria se «deja asesorar» a la hora de adquirir productos para dar rienda suelta a sus ansias de leer. «Hay tanto los que vienen a tiro fijo como los que prefieren que les aconsejes», explican desde la librería Sargadelos.

La única caseta de cómics de la feria es la que tiene instalada Metrópolis. Su propietario afirma que «hubo más gente otros años» y señala que a los clientes siempre «les gusta curiosear».

Además de ojeadas y compras en las casetas, los asistentes a la última jornada de la Feria pudieron disfrutar de un concierto de la banda de música, una función de teatro, una exhibición de un perro entrenado para ayudar a una persona en silla de ruedas, y la presentación del libro Ao pe da Laxa da Moa, de Antón Cortizas.