Alrededor de las ocho de la noche del pasado miércoles varios vecinos de Cariño alertaron al servicio de emergencias 112 de la presencia de un cetáceo muerto en la playa de la localidad. Se trataba de una ballena picuda de unos 600 kilos de peso. Acudieron Protección Civil y la Policía Local de la localidad.
En el día de ayer, miembros de la sección de mamíferos marinos de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) y el grupo de trabajo de la zona norte de la Coordinadora para el estudio de los mamíferos marinos (Cemma) acudieron a la playa cariñesa para atender al gran cetáceo.
En el lugar se contrastó que se trataba «da especie zifio de Cuvier, un tipo de cetáceo pouco coñecido pola ciencia debido ao seu hábitat peláxico, vive en augas fóra da plataforma continental e pode chegar a sumerxirse ata 2.000 metros de profundidade», según la entidad. A pesar de su estado de descomposición se le pudo realizar una necropsia.
Los miembros de la SGHN, en colaboración con Protección Civil, recuperaron «o cranio do animal para os fondos do Museo da Naturaleza, onde servirá para o estudio que se está a levar a cabo dende esta entidade en materia de bioloxía evolutiva, anatomía e anatomía funcional», según indica en un comunicado.