Un halo lunar decoró el cielo de la comarca dibujando un anillo alrededor del satélite

Antón Bruquetas

FERROL

02 mar 2010 . Actualizado a las 12:37 h.

Mientras la mayor parte de los habitantes de Ferrol se preparaban para recibir la visita del ciclón Xynthia, en la madrugada del viernes al sábado pasado, el cielo de la comarca apareció decorado por un halo lunar, un fenómeno meteorológico asociado a la presencia de cristales de hielo en las capas altas de la atmósfera, que, según señalan los expertos, es muy vistoso y, aunque frecuente a lo largo del invierno, poco conocido por la gente. En él, el satélite de la Tierra aparece rodeado por una circunferencia concéntrica de un color blanco pálido, mientras que en el exterior se aprecian tonalidades amarillas y rojizas. El efecto óptico fue visible a partir de la una y media de la mañana, se mantuvo durante treinta minutos y entonces perdió intensidad hasta difuminarse en el negro de la noche.

«Trátase dun caso de refracción», explica el profesor del Departamento de Física Aplicada de la Universidade de Santiago de Compostela, Jorge Mira, quien añade: «Sucede cando un raio de luz se atopa con un obxecto transparente que a deixa pasar, pero que non está en perpendicular á dirección na que chega, o que provoca unha variación no seu camiño orixinal». Esto significa que el anillo que rodea la luna (el halo) procede de la misma luz solar que proyecta el satélite en el cielo y que ha sido filtrada a través de los prismas que forman los cristales de hielo que se encuentran en la Troposfera. «É -explica Mira- como cando sumerxes a metade dun pao na agua e parece que se rompe, que apunta cara outro lado».

En este sentido, el ángulo que se forma entre la línea recta que va desde la persona que está observando el fenómeno hasta la luna y la recta que finaliza en cualquier punto del halo suele ser de 22 grados, aunque en algunas ocasiones alcanza los 46. En la parte interior de la circunferencia el color de la noche es más oscuro que en el exterior y se pueden apreciar el resto de astros que cubren habitualmente el cielo cuando está despejado. Por fuera del anillo, disminuye la nitidez y apenas brillan las estrellas.

Algunas veces, los halos lunares han sido identificados como objetos volantes no identificados (ovni) por su forma de disco y la intensidad de luz que emiten, sobre todo, cuando el satélite alcanza su fase llena.

Sin embargo, los halos no son efectos exclusivos de la noche, sino que también se observan por el día en el sol. En ese caso, el anillo que rodea al punto que domina el sistema en el que se encuentra la Tierra ofrece todo el abanico de colores. De hecho, en muchas ocasiones la gente que lo contempla lo confunde con el arcoiris. Pero mientras este último traza una media circunferencia cuyos extremos acaban en la superficie terrestre, el halo dibuja una circunferencia completa en el cielo rodeando al sol. Las tonalidades en el círculo son de color rojizo y en el exterior amarillo. Están asociados a las nubes altas, conocidas como cirros.