Navantia batió en el 2009 en la ría el récord de reparación de barcos civiles

FERROL

24 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El negocio de las reparaciones navales en la ría de Ferrol consolidó el pasado año su línea ascendente de actividad. Pese a la crisis internacional y al descenso del tráfico marítimo -si el consumo baja también el volumen de mercancías transportadas- esta unidad de negocio cerró el 2009 con el récord de barcos mercantes reparados hasta el momento en las instalaciones de las antiguas Astano y Bazán, con obras en 67 navíos. Si bien el incremento sobre el 2008 no es muy significativo -únicamente de dos buques- si lo es por el hecho de que, en un escenario desfavorable, en el que los responsables del sector no se atrevían a hacer previsiones debido al alto grado de incertidumbre por la situación económica, no solo consiguió mantener cuota de actividad, sino elevarla.

Entre los barcos que han recalado en Navantia para efectuar tareas de mantenimiento, actualización o sus varadas reglamentarias sobresalen significativamente los gaseros, que suponen el 34% del total. La empresa pública logró posicionarse el pasado ejercicio como líder mundial en este segmento de negocio, adelantando al astillero Sembawang Shipyard, de Singapur, que ostentaba desde hace años el primer puesto.

Pese al alto grado de especialización con el que cuenta en este segmento de mercado, las plantas ferrolanas también han cerrado operaciones para obras en buques mercantes de todo tipo, como los petroleros, los bulkcarriers, los destinados al transporte de vehículos, los quimiqueros y remolcadores, entre otros. También intervino en otras unidades navales especializadas, como buques de investigación sismográficas, de instalación oceánica de tubería y cables submarinos, plataformas de dragado y buques mineros de posicionamiento profundo.

Causa de la expansión

En la buena marcha de la división, que ha convertido a la ría ferrolana en el mayor centro de reparaciones navales del país, interviene de forma decisiva una apuesta realizada por sus responsables de firmar acuerdos de flota con destacadas navieras internacionales. Se trata de convenios que son beneficiosos tanto para los armadores como para el astillero público. Los primeros se aseguran una factoría de referencia para atender a sus navíos cuando registran algún accidente o precisan realizar alguna reparación, mientras que los segundos se dotan de una mayor estabilidad en el trabajo, además de incrementar su cartera de pedidos. Prueba de que la política de firma de acuerdos comerciales con navieras de primer orden ha dado buenos resultados es que durante el pasado año una cuarta parte de la cifra total de buques reparados procedieron de tres compañías con las que tiene pactos sellados: BP Shipping, Shell y Teekay, aunque también optaron por contratar trabajos para sus barcos otras firmas con las que las factorías públicas mantienen una relación desde hace años, como Hyproc Shipping, BW Gas y Knutsen OAS.

La regularidad y fidelidad de los clientes es uno de los logros conseguidos por la unidad de negocio ferrolana. Como ejemplo, hay que citar que algunos buques gaseros han arribado a las factorías de la ría en más de diez ocasiones en los últimos quince años, como el caso de los argelinos Bachir Chihani y Mostefa Ben Boulaid .

Búsqueda activa

Continuando con esta política, Navantia no cesó el año pasado de buscar nuevos segmentos de mercado y logró que otras casas armadoras confiasen la reparación de sus buques por primera vez a las antiguas Astano y Bazán, entre ellas algunas señeras del sector gasista internacional, como K Line LNG Shipping, Gazocean (GDF Suez) y Bluesky LNG.

El buen posicionamiento de la división ferrolana en el mercado de los barcos metaneros se debe en gran parte a estos acuerdos de flota, y también a una normativa medioambiental que obligó el pasado año a los gaseros a realizar modificaciones técnicas. La primera empresa en implementar estos cambios en su flota de gaseros fue Nigeria LNG Limited, que instaló el pasado septiembre un nuevo sistema a bordo del Edo . Durante el último trimestre del año, envió a la mayor parte de su flota de transporte de gas a las plantas ferrolanas a realizar este tipo de modificaciones.

En los últimos ejercicios, la división ferrolana logró alcanzar niveles de ocupación que llegaron a superar el 90%. La actividad que desarrollan las factorías repercute también en un nutrido grupo de compañías auxiliares que habitualmente trabajan para este sector, y que aportan mano de obra de todo tipo de especialidades productivas para poder hacer frente a los pedidos navales.