Uno, dos y hasta tres transeúntes oteaban a primera hora de la tarde la obra de la plaza de España que, tras ocho años levantada, se ha convertido en el mejor entretenimiento para los peatones con mucho tiempo de ocio.
Cerca de una decena de obreros trabajaban ayer para diseñar el aspecto final de la plaza, el cual, de momento, solo se puede atisbar. El suelo se encuentra prácticamente todo levantado, y los operarios colocaban unas grandes planchas de color blanco. Solo los dos pequeños edificios centrales de acero corten recuerdan el pasado de la plaza.
Ocho años han pasado desde que el alcalde nacionalista Xaime Bello inició la reforma de la plaza. Ni él ni su sucesor, Juan Juncal, fueron capaces de terminarla. De esta vez parece que, aunque será con retraso según la solicitud de Comsa, la actuación llegará sí a su fin.
También tiene encaminado el gobierno de Irisarri la obra del subsuelo de la plaza de España. Está en contratación la redacción del proyecto, construcción y explotación de un centro deportivo. Ha habido dos empresas que se han presentado al concurso público y en unos días se abrirán los sobres C y se dará a conocer la propuesta de adjudicación.