La mejor receta médica, el deporte

FERROL

Un programa ideado por el Concello y la asociación Alcer permite a una quincena de enfermos crónicos mejorar su calidad de vida a través del ejercicio físico

02 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A Ana María Ares Castro, de 66 años, le detectaron hace nueve años una enfermedad en el riñón, pero ella deja claro que «no me veo ni nunca me he visto como una enferma». Es optimista y aunque es consciente de las limitaciones que le impone su estado de salud, «creo que quedarse en casa, no conduce a nada». A personas como ella va dirigido un novedoso programa impulsado por el Concello y la asociación Alcer que, con carácter experimental, pretende mejorar la calidad de vida de enfermos crónicos a través de la práctica del deporte.

Marta Otero, la monitora de esta iniciativa bautizada como Bule con Alcer, explica que las clases empezaron en noviembre. Cada semana, una quincena de personas reciben dos sesiones de gimnasia en suelo y otra en la piscina. «Intento adaptar los ejercicios a cada persona, el que puede correr corre, y el que no anda, ellos saben qué intensidad le pueden dar», comenta la profesora. Está segura de que a medida que vaya pasando el curso «irán notando las mejoras, de hecho, ya se notan más ágiles».

Lo confirma Ana María Ares, que asegura que «me dolían mucho las piernas y me fatigaba, y ahora me encuentro mucho mejor». Esta ferrolana del barrio de Caranza fue en su juventud una gran aficionada a la natación -«me encantaba y he tratado de inculcarle esa pasión a mis nietos»-, por eso es una de las que más disfruta en la clase de Bule con Alcer que se celebra en la piscina de Caranza.

Este programa sirve también para poner en contacto a personas que viven de manera diferente una misma enfermedad. «Para algunos, cuando tienen que ir a diálisis, se les cae el mundo encima, yo me lo he tomado de maravilla», señala Ana con un optimismo envidiable.

Antes de que le diagnosticasen una enfermedad renal, Jesús López López, de 33 años, ya era un amante del deporte. Ahora lo sigue siendo. «Hago diez kilómetros andando todos los días y no corro porque no puedo», comenta este joven naronés durante la clase en la piscina de Caranza.

Tiene claro que el deporte es muy beneficioso para las personas que como él sufren una patología crónica. «Fortalece las piernas, me da más flexibilidad» y, matiza sobre todo Jesús, «me encuentro mejor y eso me da fuerza de voluntad». Y es que confiesa que su enfermedad «te hace sentirte cansado, pero psicológicamente no hay que pensar en eso».

La monitora de este programa conjunto de Concello y Alcer invita a todas las personas que se encuentren en la situación de Ana María y de Jesús a que se animen y «vengan a nuestras clases, si no saben nadar no importa, todos los ejercicios se adaptan». Parte del secreto del éxito de este programa lo revela una de sus alumnas: «Marta tiene un carácter estupendo, hace que las clases sean una maravilla».

El programa irá evolucionando y se prevén nuevas iniciativas como actividades grupales en plena naturaleza, visitas a centros termales o terapias alternativas. Es gratuito y está dirigido a personas de todas las edades que sufran alguna enfermedad crónica. ¿La mejor receta para ellos? El deporte.