Marco Antonio enseña al pueblo un «spa» subterráneo

X.V.G.

FERROL

26 oct 2009 . Actualizado a las 12:06 h.

Tras dorarle un poco la píldora a Casio y Bruto, Marco Antonio salió del foro y mostró al pueblo la toga acuchillada de César. La historia ya se la saben. Acaba mal para todos, pero peor y más rápido para Casio y Bruto. La contó mejor que bien Joseph L. Mankiewicz en la inolvidable película Julio César, que Vicente Irisarri debe haber visto más de una vez.

A falta de togas rajadas, el alcalde ha decidido mostrar a los vecinos su proyecto para el subsuelo de la plaza de España: un centro deportivo público con spa y otras prestaciones. Irisarri ha aderezado su campaña «informativa» con lamentos sobre el «acorralamiento» al que le somete la oposición, que le obligó a retirarlo del pleno.

El PP e IU entienden que la maniobra es una forma de presión. Como si el alcalde pudiese hacerles más o menos responsables ante los electores de algo de lo que evidentemente van a serlo: votar «sí», «no» o «abstención», y también de las consecuencias de esa decisión, que se apruebe el proyecto y sigan las obras o que la plaza de España quede incompleta sine die.

La plaza se ha revelado como un disciplinado verdugo tras liquidar a los gobiernos de Xaime Bello y Juan Juncal. Para un político oportunista, la posibilidad de votar no y que la plaza descargue otro hachazo puede parecer dulce, aunque la ciudad pague un precio. Para un político honrado, que esté seguro de que el proyecto de Irisarri es malo, que le confundan con su primo el oportunista puede significar el fin de su carrera en Ferrol.

Tanto el uno como el otro deberían explicar en detalle su voto negativo si quieren evitar convertirse en Casio o Bruto. La oposición lo sabe, pero también sabe que el gobierno se anotará un gran tanto si inaugura una plaza de España completa.

El PP e IU hablaron la semana pasada. No anunciaron su voto, pero sí criticaron los aspectos económicos del plan y la reticencia de Irisarri a negociar, a lo que ambos se mostraron abiertos. El BNG e IF, que en comisión respaldó el proyecto aunque en el pleno amagó con el no, han mantenido la boca cerrada. Sus votos sumados bastarían para sacar adelante el texto.

Los cuatro grupos deberán tomar una decisión el jueves, cuando el proyecto irá a pleno. Delante tienen a un Irisarri que sabe que se la juega en el spa, pero que podrá exhibir el cadáver del proyecto si las votaciones le son adversas. En el filme de Mankiewicz, Marco Antonio ganaba a Casio y Bruto. Cómo no iba a vencer si el papel lo interpretaba Marlon Brando... y no contaba que el romano de verdad se suicidó años después.