Un manantial de agua turbia y maloliente empezó a brotar el martes del pavimento a la entrada de la rampa que da acceso al párking de Irmandiños, en el barrio de A Magdalena. Eso alertó a la empresa mixta Emafesa, que gestiona las redes de agua y saneamiento en la ciudad, de que algo no funcionaba bien, por lo que se pusieron a excavar. Ayer, el agujero alcanzaba los cinco metros de profundidad para llegar hasta el foco de la avería y, por motivos de seguridad, se hizo necesario cerrar el acceso y desalojar el subterráneo, ya que es la única entrada de que disponen las instalaciones.
El problema radica en que por ese mismo lugar pasa la antigua red de saneamiento del barrio de A Magdalena. Se trata de un arcaduz con más de un siglo de antigüedad, similar a un túnel hecho de mampostería que canaliza las aguas que evacúan las viviendas del centro desde Canido hasta el Arsenal, por donde la red desemboca directamente en la ría.
Los trabajadores de Emafesa comenzarón ayer una primera prospección del terreno sin la necesidad de cortar los dos carriles de entrada al párking. No obstante, los operarios del subterráneo recibieron en torno a las doce y media de la mañana la orden de desalojar todos los coches. En el interior, «debe haber unos cuarenta», señaló en ese momento el encargado del estacionamiento, entre abonados regulares y otros conductores que aprovechan la bonificación del Concello de dos horas gratuitas para aparcar sus vehículos bajo tierra.
Riesgo de desplome
Por cuestiones de seguridad, según fuentes de Emafesa, se decidió el corte definitivo para ampliar el área de la excavación. Eso se debe a que se desconoce cómo o cuándo se produjo el atasco del arcaduz. Y cuando eso sucede, el agua se estanca y busca una salida, desplazando la tierra compactada y generando bolsas de aire bajo el pavimento que pueden poner en peligro la seguridad del tráfico que circula por encima.
Precisamente un operario del párking señaló haber observado días atrás cómo el asfalto parecía abombarse con el paso de los vehículos.
Según fuentes de la compañía mixta de aguas, una vez que se localice el punto exacto de la avería y se detecten todos los daños que haya podido causar el agua, se procederá a restaurar la canalización antes de volver a tapar el agujero. Eso llevará entre tres y cuatro días, con lo que, casi con toda seguridad, el párking no podrá abrir sus puertas de nuevo hasta la semana que viene.
Existe un antecedente similar ocurrido en el mes de enero de este mismo año. La calle de la Iglesia estuvo cortada durante más de una semana por el atasco del colector general que baja por la calle de la Tierra. También en esa ocasión se detectó que el pavimento de hormigón se estaba hundiendo. Cuando se comprobó el motivo se pudo observar que debajo se había formado una bolsa de aire que causó un agujero de unos seis metros de diámetro y tres de profundidad.