Los expertos identifican especies coníferas entre los restos de Ponzos

Luís A. Núñez

FERROL

27 ago 2009 . Actualizado a las 13:02 h.

«A día de hoy, Arealonga es de lo mejor» que se ha descubierto en cuanto a depósitos de madera semifosilizada bajo la arena de la playa. Hace varios años que los expertos localizaron una turbera similar a la de Ponzos en ese arenal de Foz, durante unas catas para encontrar fuel enterrado del Prestige. La datación de esos restos se acerca a los 100.000 años, a comienzos de la era cuaternaria, según el experto botánico de la Universidade de Santiago Pablo Ramil.

Ramil se ha hecho cargo de la investigación de los restos de Covas. Esta semana ha realizado varias catas de profundidad durante la marea baja y encontró vestigios todavía a más de dos metros bajo tierra. Recogió varias muestras y se las llevó a su laboratorio del campus de Lugo para realizar todo tipo de análisis biológicos y enviar partes a Estados Unidos para practicarles la prueba del carbono 14, que permitirá saber a ciencia cierta la edad de los restos.

Después de unos días de estudio, Ramil reconoce ya parte de la composición de esa turbera. Según el experto botánico, se han recogido en la zona «especies coníferas y árboles caducifolios». Explica el investigador que «las especies mayoritarias se identifican por el análisis del polen o las maderas, incluso de las semillas», pues en ocasiones es difícil de distinguir a simple vista porque, añade, se encuentran en modo de «turba», es decir, en fase de descomposición previa a su fosilización, no muestran una superficie carbonatada y sólida.

Pero en el caso de Ponzos, y dado su buen estado de conservación, parte de los restos aún son perceptibles con sus formas originales. Tal es así que Ramil va más al detalle y asegura que también han aparecido helechos entre cuyas esporas, argumenta, «puede haber pequeños invertebrados» o algún tipo de organismos microscópicos de la época.

Claro que antes habrá que poner fecha al origen de esa turba vegetal. Ramil considera que puede tener más de 10.000 años, pero no tendrá un veredicto final hasta que no reciba los resultados del carbono 14. Esas pruebas darán al hallazgo de Ponzos la importancia que realmente puede tener si finalmente, «con suerte -señala el botánico-, es más antiguo» que los depósitos encontrados en Arealonga. De esta manera, el investigador confía en poder «cubrir un período» en blanco en la reconstrucción de la historia botánica y geomorfológica de la costa gallega en la época interglaciar.