La situación del sector de venta de automóviles era «terrible» a la altura de mayo. Caídas del 39% a nivel estatal (un 26% en Galicia), pero menores en Ferrolterra (21%). Y en esto llegó el plan 2000E impulsado por el Gobierno con el acuerdo de comunidades autónomas y empresas constructoras. A día de hoy las ventas en los concesionarios se acercan (en algunos casos incluso superan) a las cifras del año pasado. Sus responsables se muestran contentos con el impacto de las medidas tomadas, pero se quejan de las tardanzas en cobrar las ayudas.
Jesús Carballo, responsable de ventas de Talleres Freixeiro (Renault) explica: «Foi unha pasada a cantidade de xente que empezou a vir ao concesionario». Incluso podrían vender más: «Cos precios tan baixos a xente anímase moito, o que pasa é que é moito risco comprarlles o coche usado; pensa que a partir de 7.000 euros compras un coche novo, e os usados son difíciles de colocar». José Bouza, propietario de Bouzacar (Chevrolet, Audi y Mazda), tiene una empresa que los últimos años se encuentra siempre entre los mejores concesionarios de sus marcas. «Este año estamos un poco por encima del año pasado, un 5% en Chevrolet, un 1,5% en Mazda y en Audi más o menos igual. Se queja de que, hasta el momento, todavía no han visto un euro de las ayudas de la Xunta. «Hasta ahora lo estamos abonando nosotros, pero nos estamos planteando si vamos a seguir adelantando la ayuda». Para el futuro no es muy optimista: «Vendrán tiempos difíciles, aunque aquí en Ferrolterra resistiremos mejor».
Desde otra línea de negocio Antonio Argimiro, gerente de Argimiro Pardo empresa que se dedica al servicio posventa para Mercedes, explica: «Se sigue notando mucho la crisis, la gran mayoría de nuestros clientes ha optado por alargar los plazos de mantenimiento».