El asturiano no decepcionó a su fans y durante dos horas animó al público en un directo en el que tocó todos su éxitos
26 ago 2009 . Actualizado a las 18:33 h.Con el ritmo de Mis alas son tus hojas, Melendi irrumpió en el escenario mientras los gritos de más de 3.000 personas vitoreaban al artista rumbero en uno de los conciertos más esperados de este verano. Y el asturiano no decepcionó a los que durante el invierno solicitaron al Ayuntamiento la presencia de Melendi en el programa de fiestas, ya que, pese al retraso de más de 45 minutos, el asturiano no se dejó en la recámara ninguno de sus éxitos y durante dos horas no cesó de animar al público que se concentró en el Reina Sofía el lunes.
En un escenario decorado con una barra de bar, en la que no faltaban los grifos de cerveza, Melendi desplegó todo su arte rumbero y cautivó a los presentes con cada tema. El público se entregó desde el principio con el artista y a lo largo de las dos horas de música sus fans no dejaron de lanzarle prendas de ropa e incluso una bandera de Asturias, que el cantante besó y se colgó de uno de los bolsillos.
Melendi supo mezclar bien los temas de su nuevo disco con los grandes éxitos de los primeros, y no se dejó ninguna de las baladas que le ayudaron a hacerse un hueco entre los discos más vendidos. Loco y Con solo una sonrisa fueron dos de las canciones más coreadas por las 3.000 gargantas concentradas frente al escenario. Sin embargo, el asturiano se lució con Que el cielo espere sentao, una canción que, según explicó el propio artista, es un llamamiento al «Carpe Diem». Con solo una guitarra y sentado sobre una butaca de su improvisado bar el asturiano se arrancó con la canción sin que su voz le fallara en ningún momento.
Tras la despedida con un «hasta siempre Ferrol», entre el público que se retiraba del parque Reina Sofía solo se escuchaba un rumor: «Ha sido un concierto increíble».