En otra ocasión, «debe haber uns cincuenta anos, apareceron aí uns tocóns coas súas raíces». Señala hacia la base de la duna, «xunto a ese cano de aí». Según su recuerdo, eran «sete ou oito» árboles que «parecían cortados» deliberadamente. Para él, no hay más evidencia que esa para justificar una antigua plantación.
Le acompaña José Carneiro, también vecino de Covas, quien relata que «hai anos que viñera un enxeñeiro [de la mina de oro] cun plano antigo preguntando por un bosque de loureiro»; y apostilla: «Tal vez estivera aquí».