Fruto de esta estrategia de búsqueda de la calidad por encima de la cantidad la cooperativa sigue pendiente de Bruselas, a donde han llegado para conseguir el mayor reconocimiento posible para los pimientos de O Couto. Lo máximo sería la denominación de origen «pero esta moi difícil», comenta José Manuel Castro, gerente de la cooperativa. Esta distinción mejoraría la distribución y el valor de este preciado producto. No queda más que añadir que lo que dice el pregón de Alfredo Erias en la fiesta del 2005: «Tenéis el mejor pimiento del mundo. No me extraña que la seguridad de que no piquen sea tanta que corra una leyenda entre vosotros que dice que el día que uno de los pimientos del Couto pique, se acabará el mundo. Roguemos pues a los dioses todos de nuestros antepasados y a San Martiño también, para que semejante acontecimiento no tenga lugar y para que podamos tener hoy y siempre la fiesta del pimiento del Couto con la alegría que de ella se espera».