El astillero evaluará el comportamiento del navío en el agua y el funcionamiento de sus comunicaciones
07 jul 2009 . Actualizado a las 03:18 h.El mayor barco de la flota militar española, actualmente en fabricación en el astillero ferrolano, está a punto de salvar uno de los principales hitos en el desarrollo de su programa constructivo. El Juan Carlos I emprenderá mañana su primera navegación, que servirá para realizar las primeras pruebas internas, en las que los responsables de la factoría local evaluarán el funcionamiento de distintos sistemas y el comportamiento del megabuque en el mar.
El barco anfibio saldrá mañana de la ría en torno a las once de la mañana para iniciar tres días de navegación. Fuentes de Navantia explicaron ayer que irán a bordo alrededor de 250 trabajadores tanto del astillero ferrolano como de algunas compañías auxiliares que han participado en la instalación de los sistemas y en la construcción del navío.
Entre otras, las pruebas internas servirán para analizar el radar de navegación, los sistemas de propulsión, las comunicaciones exteriores, los sistemas de estiba de anclas y maniobra de los botes y la autonomía. Los operarios también efectuarán una comprobación de la velocidad a diferentes nudos y del comportamiento del navío en la parada en seco.
Navantia prevé que el Juan Carlos I regrese el próximo viernes, día 10, a las instalaciones de la antigua Bazán, en donde quedará atracado en torno a las siete de la tarde.
Estas serán las primeras pruebas de mar que realice el barco, pero no las últimas, ya que está previsto que en octubre o noviembre la factoría lleve a cabo otras previas a la aceptación del barco por parte de la Armada.
En las dos plantas de la ría
El buque, de 230 metros de eslora (largo) y 32 de manga (ancho), comenzó a fabricarse en mayo del 2007, simultáneamente en los dos astilleros de la ría, en las antiguas Astano y Bazán. La Armada ha invertido 360 millones de euros en la construcción de este navío, que está diseñado de forma polivalente, de forma que pueda participar tanto en acciones bélicas como en misiones humanitarias.
La dotación
El primer buque que lleva el nombre del Rey será entregado a la Marina española a finales de este mismo año. Sin embargo, en estos momentos ya cuenta con parte de su tripulación y también con su comandante nombrado, el cedeirés Andrés Breijo. Su dotación ya está a bordo, recibiendo adiestramiento para poder manejar el que será la joya de la Corona de la flota militar española.
El Juan Carlos I tendrá una tripulación integrada por 243 militares, aunque su capacidad de transporte es mucho mayor, ya que podrá embarcar a 1.200 soldados más. La Armada podrá utilizar sus superlativas dimensiones para llevar fuerzas y medios hasta zonas de conflicto; como plataforma aérea -podrá portar hasta 12 aeronaves-; usarlo como base de operaciones anfibias, ya que cuenta con un dique inundable, y utilizarlo en supuestos de acciones humanitarias y misiones bélicas.
En las últimas semanas, un ejército de 1.500 trabajadores, principalmente procedentes de las firmas auxiliares, ha acelerado los trabajos a bordo ante la salida a la mar del navío.