La banda que asaltó un chalé en As Somozas reconoce los hechos

F. V.

FERROL

30 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La banda de colombianos que asaltó el chalé de un empresario de As Somozas la noche del 8 de marzo del 2008 se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal de Ferrol para responder de los cargos de robo con violencia y allanamiento de morada que formuló el Ministerio Fiscal y la acusación particular. Eduar Alonso Tejada Serna, Yino Bonilla González, Francisco Adolfo Soto Jaramillo, Alfredo Zamorano (que fue el autor material, según la Guardia Civil, del homicidio del vigilante del hotel Eumesa, cuando era menor) y Allan Alexandrino Barbosa reconocieron los hechos, si bien exculparon a Plácido López Blanco, el único español que se sentaba en el banquillo, a quien inicialmente el fiscal atribuyó el haber facilitado información a los delincuentes. Pero todos ellos lo exculparon y el fiscal, en sus conclusiones definitivas, también retiró los cargos, no así el abogado de la acusación particular que ejerce el empresario asaltado.

En líneas generales los cinco aceptaron el relato de hechos, salvo en lo que se refiere al uso de violencia. De tal manera que hubo tal acercamiento de posiciones entre las defensas y el Ministerio Público que no se descartó un acuerdo para una sentencia de conformidad, que no prosperó al rechazarlo la acusación particular.

De manera que ya es incuestionable el atestado de la Guardia Civil sobre el asalto. Eduar Yino, Afolfo, Zamorano y Allan se pusieron de acuerdo para cometer el robo en la casa del empresario Guerreiro, situada en el lugar de A Garita, en As Somozas. Compraron mazas y otras herramientas en el hiper AKI y allá fueron. Eduar (detenido luego en otra redada por tráfico de drogas en prostíbulos de Ferrol y A Coruña) llevó al grupo en su coche y aguardó fuera junto a Adolfo, realizando tareas de vigilancia en el entorno.

Cuando los tres restantes se encontraban ya en el interior de la vivienda en plena faena, intentando arrancar de sus anclajes en la pared la caja fuerte de la casa, apareció la esposa del empresario y sus dos hijas menores (de 13 y 9 años), que habían salido de compras. Aquí las versiones divergen, la víctima dice que fue amenazada con un cuchillo para que les abriese la caja fuerte mientras que ellos lo niegan. Lo mismo hicieron con el marido, que llegó minutos después, cosa que también niegan. En todo caso se llevaron unos 30.000 euros en dinero y joyas. Meses después fueron detenidos.