Los escolares de Piñeiros aprenden a cultivar un huerto con Voz Natura

F. V.

FERROL

12 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los escolares del colegio público de Piñeiros, en Narón, no necesitan que sus profesores les expliquen en el aula cómo se maneja un cultivo familiar de hortalizas porque dentro del propio recinto del centro tienen un huerto. Ellos mismos aprenden las viejas tradiciones si es que no han visto a sus abuelos con la azada poniendo y recogiendo las patatas o plantando las lechugas.

Este colegio lleva seis años en el programa medioambiental Voz Natura, promovido por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, y en el que colaboran patrocinándolo la Consellería de Medio Ambiente, Diputación de A Coruña, Sogama y Leche Celta. Además apoyan la iniciativa el programa Obra Social de Caixa Galicia, Begano-Coca Cola, el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) y el Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos de A Coruña (Coeticor).

A Piñeiros acuden este curso 204 alumnos con edades comprendidas entre los 3 y los 11 años, según explica la coordinadora del proyecto educativo, María José Funcasta. Nos encontramos en plena primavera y tras las lluvias en el huerto se pueden ver los plantones de acelgas, lechugas, patatas y calabacines. En otros cursos anteriores el proyecto de Voz Natura del colegio naronés contaba también con un invernadero, pero en esta ocasión está inutilizado porque fue necesario trasladarlo debido a unas obras en la escuela. Está colocado en otro lugar y en el próximo curso volverá a cumplir su función pedagógica.

Según explica la coordinadora, a comienzos de curso el huerto, debido al parón de las vacaciones del pasado verano, estaba lógicamente cubierto de hierbas. Los niños observaron y participaron en los trabajos de limpieza, primera tarea de todo horticultor antes de, llegado el otoño, comenzar a plantar. En cultivos exteriores los plazos y tiempo de sembrado varían un poco respecto de los bajo plástico. En todo caso, los alumnos ven todo el proceso de cultivo y luego de crecimiento.

Es decir, el curso sirve también para hacer un seguimiento a las hortalizas. Incluso cuando llega el momento de la recolección, cada niño se lleva a casa algo de lo producido. Unas pocas patatas, otros una lechuga y algunos pueden escoger entre acelgas o calabacines. Como algunos escolares comenzaron con tres años, ahora, seis cursos después, se han convertido en expertos. Saben diferenciar las especies, cómo se cultivan y luego, en casa, se acostumbran a los sabores de las verduras. Es decir, cuando en sexto dejen Piñeiros, llevarán en su equipaje de conocimientos algo que otros niños habituados a la vida urbana moderna, habrán conocido solo de pasada.

El colegio público de Piñeiros es también un ejemplo en otras actividades, también integradas en el programa de Voz Natura. Por ejemplo, es habitual que se ocupen de la limpieza de hierbas en todo el entorno del patio. Evidentemente, todo de acuerdo con su edad porque no se le puede pedir lo mismo a un pequeño de infantil que a otro de primaria, pero cada cual hace lo que puede. En años anteriores, un total de 16 profesores participan en la iniciativa, coordinados por María José Funcasta.

El horticultor

Sergio, ahora con 7 años y alumno de Piñeiros, recuerda que en cursos anteriores participó: «Plantamos lechugas, tomates... y zanahorias, y un día llevamos a casa algunas cosas». La experiencia le gustó a Sergio aunque no fue una gran novedad para él porque tiene a su bisabuelo como al mejor horticultor.