«Mis hijos tienen que hacer muchos más números de los que hacía yo; la situación no tiene remedio»

R.?P.?P.

FERROL

26 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El de Leche Bohal es un caso especial. La empresa fundada por Amando Romero en 1966 concentra el proceso de la cadena de la leche desde su producción, a través de dos explotaciones, una en San Sadurniño y otra en As Somozas que suman 280 vacas de ordeño que producen 2,5 millones de litros al año. El 80% de ella se envasa para su distribución a locales hosteleros de la comarca -su único mercado- o se transforma en quesos. El 20% restante, lo venden actualmente a 28 céntimos por litro a la industria láctea. El hecho de que solo una quinta parte de la producción esté expuesta a la cotización de la leche le permite sortear un poco la crisis, pero no esquivarla.

A sus 74 años, y ya jubilado, Romero continúa supervisando una sociedad que ya ha delegado en sus hijos. «Ellos hacen muchos más números que los que yo hacía», indica. Explica que los terneros de recría cuesta alimentarlos 132 euros antes de venderlos al mes, a un precio que no supera los 50 cuando hace dos o tres años alcanzaban los 300 y se vendían 250 ejemplares por anualidad. La situación «aféctanos a todos». Y para él, sin remedio: «La situación actual no tiene solución. No hay nadie que pueda arreglarlo porque estamos en la Unión Europea y no podemos impedir que entre producción de fuera».