Ha madurado, y a sus 29 años, la Feira do Grelo de As Pontes se ha reciclado para convertirse en un escaparate promocional de los productos ecológicos y artesanos de la comarca. El profesor de cocina Jesús Blanco consiguió ayer que los comensales se chupasen los dedos de lo exquisitas que estaban las raciones de lacón con grelos. La fiesta popular se ha vuelto, con los años, también más profesional. Como ya ocurrió en la edición del 2008, la comida se sirvió envasada en bandejas individuales por «seguridad alimentaria» y porque «hai que dar imaxe», en palabras de Blanco, pero este nuevo sistema no repercutió en absoluto en la exquisitez de los productos. Las setecientas raciones -elaboradas con lacón de Lalín, chorizos, grelos ecológicos de As Pontes, vino de Valdeorras y requesón de A Faeira- volaron a lo largo del mediodía. La feria tiene sus fieles, que se desplazan desde distintos puntos de la comarca para dar buena cuenta de las raciones, como unas vecinas de Fene que, bandejas en mano, se disponían a buscar un hueco en las largas mesas dispuestas por la organización. Como desde hace «moitos anos». Y tras la comilona, el postre. La freixoeira gigante del Concello no paró de elaborar dulces de harina y leche en toda la mañana.
A la fiesta se acercaron ilustres como el empresario Roberto Tojeiro, que acudió para clausurar la Festa do Camioneiro.