La Cocina Económica, pidió ayer al Concello que la deje «dar de comercial a quien lo necesita» y que la mantenga al margen de la lucha política. La institución, en la que cada día comen más de un centenar de personas sin recursos, desmintió tajantemente que se niegue a firmar acuerdos con la institución municipal por estar redactados en gallego o visados por la secretaría municipal. Para argumentar sus afirmaciones, la institución que dirige Rafael Castro Estévez, a la que el Concello adeuda casi 40.000 euros («Porque a lo del año pasado, ahora se ha sumado también lo de enero...») mostró a este periódico un documento suscrito en septiembre pasado entre la institución benéfica y el Concello de Ferrol, bajo cuyo texto, en lengua gallega, aparecen las firmas de Rafael Castro y de la concejala de Benestar Social, Beatriz Sestayo, así como el sello, con la correspondiente rúbrica, que acredita haber sido «informado favorablemente» por el secretario general del Ayuntamiento. En dicho documento, el Concello se comprometía a abonar a la Cocina Económica «o prezo/menú que tería que pagar cada persoa usuaria que acudira ao dito coedor, é dicir, 1,20 euros/menú», con el fin de atender las necesidades de las «persoas sen teito, en situación de exclusión social, transeúntes ou con escasez de ingresos económicos». El Concello daba así continuidad a una coloboración de décadas entre la institución municipal y la Cocina Económica, a la que no se le incrementó la ayuda del Ayuntamiento desde el paso por la alcaldía de Juan Juncal. El PP criticó ayer la «irresponsabilidad» y la «insensibilidad» del gobierno municipal, que «adeuda a la Cocina Económica la friolera de 39.400 euros». Los populares piden que la ayuda del Concello a la institución se incremente en un 30%. «Con el Ayuntamiento de Narón nunca tenemos problemas», decía ayer Rafael Castro Estévez.