El biodiésel llegado de otros países afecta ya a la producción de Entabán en Ferrol

A. Vellón

FERROL

03 feb 2009 . Actualizado a las 12:17 h.

Entabán está generando biodiésel en su planta de Caneliñas por debajo de su capacidad. Así lo confirmaba ayer el director de Desarrollo de la compañía, José Luis López. A pesar de que el complejo acaba de estrenarse -se inauguró en junio del 2008- ya se registran problemas que podrían derivar en una revisión a la baja de objetivos y también de plantilla a causa de la llegada del mismo producto, más barato, de otros países.

Aunque de entrada se descarta «un cierre», tal y como aseguró López -«acabamos de estrenar una infraestructura que requirió una inversión de casi 48 millones de euros», argumentó- sí que se pone ya sobre la mesa el hecho de que este ejercicio va a ser «de transición».

De los resultados que se consigan en el 2009 dependerá «si se reduce la producción» y «la cifra de trabajadores», que hoy se establece en unos cuarenta. También admitió que ya se han producido algunos casos puntuales en los que «no se han renovado contratos». Justifica: «Empezamos con una plantilla sobredimensionada para garantizar el arranque de la planta, y se ha reajustado».

¿Cuáles son las causas de toda esta situación? El responsable de Desarrollo de Entabán asegura que las petroleras están adquiriendo biodiésel procedente, por ejemplo, de Estados Unidos y Argentina a precios con los que «nosotros no podemos competir» por contar con mano de obra más barata y «subvenciones específicas». Se trata de competencia que se califica de «desleal».

Cuotas mínimas

A finales del pasado ejercicio, todo el sector nacional tenía como principal objetivo el desarrollo del decreto que fijaba las cuotas mínimas de biocarburantes que debían incluir entre sus productos las petroleras. Una vez que el Ejecutivo dio ese paso -quedaron marcadas en un 3,75% del total para este año y en un 5,83% para el 2010-, las empresas de combustibles ecológicos españolas se han encontrado con que las petroleras están adquiriendo en esas naciones el biodiésel necesario, y más barato, para cumplir con esa obligatoriedad de las cuotas. Todo ello redunda en que, como ya se ha mencionado, tanto la planta de biodiésel de Entabán de Ferrol como otras del país estén produciendo por debajo de sus capacidades. La firma zaragozana se marcó un techo anual de 200.000 toneladas en la urbe que, al menos este ejercicio, previsiblemente, no se alcanzarán.

¿Cómo se puede variar esta situación? El alto cargo de Entabán explica que desde la Asociación de Productores de Energías Renovables (Appa) se espera que, como ya sucede en la mayoría de los países de la UE, España aplique también medidas «proteccionistas» con sus empresas de biodiésel. En otras palabras, que lo que se importe desde países como Estados Unidos y Argentina no pueda computarse dentro de las cuotas mínimas de biocarburantes que las petroleras han de incluir en sus productos.

Infinita, al margen

No comparte problemática la compañía Infinita Renovables, filial de Isolux Corsán, que también se encuentra asentada en el puerto exterior. Tiene previsto comenzar a funcionar en período de pruebas en el transcurso de este mes. Su objetivo es generar 300.000 toneladas al año de combustible ecológico.

Fuentes oficiales de la firma, consultadas ayer al respecto, se limitaron a señalar que todas las previsiones que se barajan -incluyendo la generación de setenta puestos de trabajo directos y más de un centenar indirectos- continúan en vigor. La cartera de clientes con la que trabaja garantiza el desarrollo de esta producción y mantiene a la firma alejada, en principio, de la problemática que sí viven otras empresas del sector.