La Navidad más solidaria viaja por vía estrecha

FERROL

Cuatrocientas personas disfrutaron del Tren Amigo del Grupo Voz y Feve

27 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hay estaciones de tren que encierran más magia que el andén 9 y tres cuartos de Harry Potter. Sobre todo si más de 300 niños, acompañados de sus padres, se suben a los vagones cargaditos de juguetes. Muñecas, puzzles, camiones, cochecitos... todo vale para colocar bajo el árbol de aquellas familias cuyas Navidades son un poco más duras que las de los demás.

Seis vagones de Feve, trasladados desde varios puntos del Norte de España, partieron de la estación de Ferrol el pasado día 23, a las 17.16 horas, con puntualidad británica y un montón de críos aferrados a los juguetes que La Voz de Galicia y Radio Voz repartirán entre varias entidades de la comarca. En el apeadero del Alto esperaban más de setenta integrantes de la Asociación de vecinos Chafarís, ataviados con pañuelos naranjas, que continuaron llenando asientos, antes de recibir a sus paisanos de la zona de Xubia... que no venían solos: la Policía Local de Narón escoltó hasta el andén un enorme lote de juegos, cedidos por el Concello, que entregó el concejal Pablo Mauriz.

Próxima parada, San Sadurniño. Con el alcalde Secundino García a la cabeza, los pequeños se subieron al tren para recorrer el último tramo del viaje. A bordo del vagón número 6, el jefe de trenes turísticos del Norte de Feve, José Manuel Gómez Pereda, recomendaba a los niños: «¡Mirad por la ventanilla, estamos atravesando la ría de Ortigueira!». Todos los secretos de la comarca los pudieron conocer los viajeros a través de los folletos entregados por la Concellería de Turismo de Ferrol y el Plan de Dinamización Turística.

Con el agua rodeando las vías, el Tren Amigo llegó a su destino con diez minutos de adelanto. En el andén, el alcalde Rafael Girón recibió a los viajeros y los guió hasta el pabellón del colegio José María Lage, donde la empresa Motus había instalado todo lo necesario para que los niños -los turistas y los vecinos de Ortigueira que esperaban a las puertas del recinto- disfrutasen de una fiesta que se prolongó durante dos horas. Antes de los juegos, cada niño depositó su regalo a los pies de un improvisado árbol de Navidad, hecho de papel, y adornado con los dibujos que los pequeños realizaron durante el trayecto.

En el pabellón hubo tiempo para todo: para soltar alguna lagrimita por perder a mamá, para probar suerte jugando a la rana. Para demostrar la destreza con la tijera, en los talleres de manualidades, e incluso para pasar dos horas sin salir de un hinchable. Lo contaba una madre en el camino de vuelta, «mamá, ¡es que era de Spiderman!», le explicaba su hijo. Y aunque era noche cerrada, los pequeños no paraban.

Entre tanta gente menuda, José Rilo, uno de los patrocinadores, saludaba a los tres alcaldes que se sumaron a la fiesta. Además de los regidores de San Sadurniño y Ortigueira, el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, no quiso perderse la cita solidaria. También viajó en el tren Daniel Ortega, representante de la OJE, una de las entidades (junto con Dignidad, la parroquia del Alto y los servicios sociales de San Sadurniño y Ortigueira) entre los que se repartirán los juguetes.

El viaje de vuelta transcurrió entre los villancicos de los niños, los juegos por los pasillos, algún que otro bostezo y una frase inevitable que, esta vez, repetían más los mayores: «¿cuándo llegamos...?».