Acudir como espectador a los Juegos Olímpicos de Pekín es un sueño que no todo el mundo puede cumplir. Sí lo han conseguido tres ferrolanos, Manuel Pardo, Jorge Silveira e Isidro Silveira, Chino, que desde el pasado día 10 se encuentran en la capital asiática disfrutando como los que más, ya que son unos grandes aficionados al deporte -son jugadores del equipo de fútbol-sala O Parrulo-, de las pruebas olímpicas. De momento, ya se han sentado en las gradas para contemplar competiciones de yudo, waterpolo, baloncesto, atletismo, voleiplaya y boxeo, entre otras disciplinas. Hoy acudirán al partido de baloncesto entre España y Estados Unidos, donde no hace falta decir a qué equipo animarán. ¡Españaaaaa! Cuando partieron de Vigo, con rumbo a Pekín y escala en París, ya contaban en su haber con entradas para los juegos. Desde su estancia en China, se han hecho con más pases. El tiempo que les queda libre entre juego y juego, los ferrolanos aprovechan para hacer turismo, en compañía de dos amigos andaluces. El pasado jueves cogieron la cámara de fotos y visitaron la muralla china. Están alojados en un hotel de Pekín y la meteorología la sobrellevan como pueden. Les ha llovido varios días y lo que más acusan es la elevada humedad. De la comida no se quejan y señalan que es barata. «Siendo cinco, pagamos 100 euros», comentan. Los ferrolanos no descansan ni un minuto de su estancia en Pekín. «Por las mañanas se levantan a las siete de la mañana y salen a correr por la ciudad», explica Ana García Vivanco, mujer de Pardo. El día 20 regresan. De los chinos solo tienen buenas palabras: «Son gente muy agradable». Selección para un desfile de novias. El auditorio del recinto ferial de Punta Arnela se convirtió el pasado jueves en una pasarela improvisada de moda. Con motivo del noveno Salón Nupcial de Branco, que se desarrollará los días 17, 18 y 19 de octubre en FIMO, los organizadores del evento convocaron un cásting de modelos masculinos con una altura mínima de 1,78 metros y chicas que midiesen más de 1,75 metros. Los jóvenes desfilaron sobre la improvisada pasarela siguiendo las indicaciones de una de las organizadoras. Los elegidos lucirán en dos meses las últimas tendencias en trajes nupciales.
Isabel Vigo Díaz y Yago Castiñeira Lema viven en las antípodas de España, pero la razón de su viaje está ligado a Ferrolterra, la comarca de la que provienen y donde forjaron su pasión por la naturaleza, la playa, el deporte y los animales. Él, ingeniero técnico en Informática de Sistemas, empezó a trabajar en Navantia como mecánico y, una vez terminada la carrera, pasó al centro de informática del astillero. En el año 2007, la compañía ganó dos proyectos para la construcción de tres fragatas y dos megabuques para la Armada australiana, hecho que supuso el inicio de la aventura de estos dos jóvenes de Narón por el país más alejado de España en el globo terráqueo. Les ha costado adaptarse a la comida de aquel país. «Lo más parecido a nuestra dieta lo encontramos en las tiendas y restaurantes italianos», señalan, aunque han conseguido productos conocidos como pimentón, jamón... «e incluso ¡Albariño!», a pesar de que el único centro de Galicia de Oceanía se encuentra en Sídney y no hay muchos españoles «y mucho menos gallegos» en esta ciudad. El contacto con la lengua de Cervantes, cuentan, «lo tenemos con gente de Bolivia, Venezuela, Argentina y Chile». Y en Adelaida, una ciudad de un millón de habitantes, pero que les ha resultado muy acogedora, estarán por lo menos un año, «con posibilidad de que sea más, eso el tiempo lo dirá», explica Isabel, que lo que sí tiene claro es que «acabaremos en Narón, disfrutando de nuestra tierra, nuestra gente, nuestros amigos...». Con todos ellos se comunican cada día a través de Internet, lo que más les pesa es tener que haber dejado en tierra a Merlín, un perro de raza snawcer, ya que la legislación australiana no permite meter animales en el país. Eso sí, están descubriendo la fauna del lejano país. Solo hay que ver la foto que se muestra a la derecha de estas líneas.