La llegada de nuevas firmas propicia el retorno de profesionales a la ciudad
18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Durante muchos años, Ferrol, una de las ciudades con tasas de paro más elevadas de Galicia, experimentó una auténtica sangría de jóvenes profesionales que, ante las dificultades para encontrar un empleo en la comarca, se marcharon a buscar su futuro laboral a otras ciudades gallegas e incluso a otras zonas del país. Pese a que la situación socioeconómica de la comarca aún dista mucho de ser la óptima, el mercado de trabajo de Ferrolterra se ha reactivado, principalmente con la llegada de nuevas industrias y con el auge que está experimentando el sector naval. El éxodo laboral no solo se ha frenado, sino que la tendencia empieza a invertirse, y ya dejan de ser anecdóticos los casos de profesionales que vuelven a su ciudad de origen para trabajar en nuevas empresas.
Un ejemplo singular lo constituye toda la plantilla de la primera oficina de Barclays en la ciudad. La apertura de esta sucursal, el pasado mes de marzo, ha posibilitado que Sonia Estévez -la directora-; Susana López, responsable de administración y comercial; y Pablo Tejada, asesor personal, regresasen a Ferrol después de pasar varios años de su vida profesional en A Coruña, Murcia y Ourense, respectivamente.
«Para mí fue una oportunidad de ganar calidad de vida», declara rotunda Sonia Estévez, quien padecía de lunes a viernes la incomodidad de tener que realizar 100 kilómetros diarios para ir a trabajar y regresar a su domicilio. Esta ferrolana ya ocupaba un puesto de directora en una oficina de A Coruña, aunque bromea con que ahora duerme peor por las noches «porque la apertura de una nueva oficina es un proceso de expansión del banco que requiere una mayor responsabilidad». Sonia Estévez considera que Ferrol está en expansión y asegura que en estos dos meses de funcionamiento de la sucursal, «hemos visto muchas oportunidades de negocio, no solo a nivel particular, sino también para las pymes. Ofrecemos un tipo de interés más bajo que otros bancos de aquí y productos muy competitivos, por lo que eso nos ha facilitado la apertura», afirma.
Ante la ausencia de ofertas laborales en Ferrol, Susana López se marchó hace dos años a Murcia, en donde comenzó a trabajar en un banco. «Pero ya me fui con la idea de que iba a ser algo temporal, así que cuando me ofreció Barclays este puesto, me decidí con los ojos cerrados», aseguró. «Conocer otros sitios te enriquece, pero es estupendo volver a casa, con tu entorno familiar y tus amigos y poder hacer planes de futuro en tu ciudad, de la que te has tenido que ir, y que ahora está repuntando. Se ve un cambio», afirma.
De Madrid a Reganosa
También Emilio Bruquetas se vio obligado a buscar un empleo a cientos de kilómetros de Ferrol. A finales de los noventa, una vez que terminó su carrera de Empresariales y un máster en administración y dirección de empresas, la ausencia de oportunidades le llevó hasta Madrid, en donde trabajó para una multinacional francesa como consultor de sistemas informáticos. La construcción de la planta de gas de Reganosa le reportó la posibilidad de volver a su tierra, para asumir primero la responsabilidad de la planificación y el control de gestión del proyecto y, desde hace unos meses, la dirección económica de la empresa. Emilio Bruquetas se muestra muy satisfecho con el cambio, no solo por el incremento en la calidad de vida, sino porque asegura que la compañía está resultando «una opción de contratación muy buena para gente muy cualificada de nuestro entorno que estamos fichando y que estaba trabajando fuera de Galicia».
Este joven directivo defiende también la existencia de un cambio de ciclo en la comarca. «En Ferrol hay una nueva generación de personas que pensamos que hay que empezar a olvidarse de que otros tienen que solucionar nuestros problemas y somos nosotros los que debemos generar oportunidades».
El bum del naval
Reganosa, entidades bancarias, la plataforma logística de Lidl y la planta de biocombustibles de Entabán en el puerto exterior son algunas de las empresas que han fichado a profesionales que estaban trabajando fuera de Ferrol, pero sin duda el sector que registra un mayor crecimiento del empleo es el naval. César Álvarez, un ingeniero técnico naval de la ciudad, se marchó a Vigo hace ocho años, porque en la comarca no encontraba empleo. Hace unos siete meses, la firma Fluidmecánica Sur -con obras para Navantia y la Armada- le ofreció un puesto para trabajar en el astillero ferrolano, lo que le abrió la puerta a regresar a su ciudad. Con la oportunidad laboral también ha ganado una mayor tranquilidad familiar, puesto que tiene dos niños pequeños, de tres años y ocho meses. «Aquí, si necesitamos ayuda, tenemos a la familia, y también a nuestros amigos», explica César, quien reconoce el buen momento por el que atraviesa la industria naval en Ferrol, aunque lamenta que no haya las mismas oportunidades para otras profesiones. «Mi mujer es bióloga. Cuando llegó a Vigo en seguida consiguió trabajo, aunque no de lo suyo, y aquí se ve más difícil», afirma.