Desde el año 2005, Telefónica ejecuta en el país, tras ganar un concurso público, dos Planes de extensión de banda ancha (PEBA) a la zona rural, promovidos por el Gobierno central. El objetivo de este programa es dotar de la tecnología necesaria a núcleos poblacionales aislados. No a todos, sino a una selección que en las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal suman 2.480 lugares.
El plazo límite para finalizar los trabajos es el 31 de octubre de este año, pues así estaba fijado en las bases del concurso. Sin embargo, según indicaron fuentes de Telefónica, los trabajos se encuentran muy avanzados, y solo 170 de los más de dos mil núcleos están aún pendientes de la instalación de tecnología o no cuentan con el cien por cien de la cobertura. Esto quiere decir que el 94% de los PEBA ya están ejecutados.
Para que zonas aisladas del rural puedan acceder a la banda ancha, Telefónica utiliza tres tipos de tecnología, el ADSL, el wimax y el satélite, llegando a combinar dos o incluso las tres. El primer caso se trata de un sistema de cableado de difícil implantación en las áreas rurales. El wimax, de acceso inalámbrico, obliga a instalar unas estaciones base, que tienen de media unos tres usuarios.
El más costoso de los tres sistemas es, sin duda, el satélite. Se emplea en aquellas zonas muy aisladas, a las que es difícil llegar con otro tipo de tecnología.
Los núcleos incluidos en las listas de los PEBA -que suponen aproximadamente la mitad sobre el total- podrán acceder a la banda ancha por un mismo precio -39 euros, fijado por las bases del concurso público-.
Esta circunstancia puede provocar situaciones esperpénticas, tales como que dos personas que viven a escasos cien metros, pero pertenecen a núcleos diferentes, tengan que hacer un desembolso económico bien diferente para acceder a la sociedad de la información. Mientras uno pagará 39 euros, su vecino tendrá que costearse, en caso de necesitar tecnología satélite, una antena de 3.000 euros y una cuota mensual muy alta.
Varios son los municipios de la comarca que ya tienen ejecutado al cien por cien los PEBA. Es el caso de Ferrol, A Capela, Ares, Mañón, Moeche, Pontedeume, Cerdido o As Pontes. En el 90% de los casos ha sido necesario utilizar al menos dos o más tecnologías.
Entre los concellos que tienen núcleos pendientes, Ortigueira es el que se encuentra más retrasado con el 33% de los núcleos beneficiarios del plan todavía sin cobertura total. Aunque solo queda un lugar pendiente de instalar nueva tecnología.