José Sacristán calca a Picasso

La Voz

FERROL

25 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Salma Hayek fue Frida Khalo en el cine. David Bowie se metió en la piel de Andy Warhol. Y, ahora, el estupendo José Sacristán -con permiso de Anthony Hopkins, que ya hizo lo propio en la gran pantalla- recorre los escenarios de media España encarnando a Pablo Ruiz Picasso.

El actor madrileño, de Chichón, desembarcará el sábado en el Jofre con la obra Un Picasso , la aclamada pieza del escritor americano Jeffrey Hatcher, en esta ocasión especialmente adaptada para el público español por Nacho Artime.

Si la presencia del afamado Sacristán es ya de por sí una poderosa razón para no perderse la función, hay otra circunstancia que todavía la hace más atractiva. Porque será una actriz ferrolana -la ahora exiliada Sonia Castelo- quien acompañará al talentoso intérprete sobre las tablas del teatro. Así que el interés de la cita es doble. Y más si se atiende a lo que sobre ella dice el artista: «Trabajar con Sonia es todo un lujo; no sólo es una cómica de raza, también se lo juega todo en la búsqueda del personaje y eso es algo digno de admirar».

Un París nazi

transcurre en el París ocupado por los nazis. Corre el año 1941 y en la Ciudad de la Luz escasean el chocolate y el azúcar. Apenas hay carne y tampoco soplan buenos aires para la libertad.

La obra parte de un hecho real para contar una historia trufada con situaciones y diálogos salidos de la imaginación de Hachter. En efecto, se sabe que, durante la ocupación nazi, Picasso fue detenido a la salida del restaurante Les Catalans por unos soldados alemanes, y que, de allí, fue conducido a un sótano donde una funcionaria del Tercer Reich interrogó al genial artista para averiguar la autenticidad de tres obras suyas.

A partir de este episodio real, el autor de la pieza teje un divertido duelo -«un combate casi cósmico», en palabras del propio Sacristán- en el que Picasso y Miss Fisher (Sonia Castelo) se dedican a jugar al gato y al ratón. Él quiere salvar sus trabajos, mientras que ella pretende llevarlos a la hoguera.

Aunque el montaje que interpreta y dirige Sacristán supone la primera adaptación al castellano de Un Picasso , la obra original lleva ya tiempo cosechando éxitos por medio mundo. Cuando se estrenó en Filadelfia obtuvo el prestigioso Premio Barrymore y en Broadway fue aclamada por el público del Manhattan Theatre Club.