La firma Enagás, encargada de la gestión técnica del sistema gasístico nacional, aplica desde el 24 de julio un protocolo para controlar la congestión de la red de gasoductos del noroeste. El objetivo del llamado Procedimiento operativo para la gestión de la congestión del tramo noroeste del sistema gasista es maximizar el funcionamiento de esas conexiones, que reciben más gas del que «es posible transportar por la conexión norte hacia Villapresente», es decir por el llamado gasoducto Tui-Llanera, el que utiliza la planta de Reganosa en Mugardos.
El procedimiento debe servir para «resolver» la situación de congestión física «tanto a nivel mensual, como en la posterior operación diaria», mediante el reparto «no discriminatorio» de la capacidad de la red entre los diferentes operadores. Además del de Reganosa, al eje Tui-Llanera también se emite gas importado desde el Magreb por la conexión internacional de Tui.
Son de hecho esas dos instalaciones (la planta mugardesa y la conexión de Tui), sumadas a la planta compresora de Zamora y a la conexión cántabra de Villapresente las que marcan los límites del llamado tramo noroeste del sistema gasista.
El protocolo exige un seguimiento diario de la situación de ese tramo de la red, en el que se tiene en cuenta cinco factores de producción y distribución. Así, Reganosa debe facilitar la programación mensual de descarga de metaneros y la de regasificación en segmentos de 24 horas. Los usuarios de la conexión internacional de Tui deben avisar de las entradas programadas de gas. Finalmente, el Gestor Técnico del Sistema (GTS), Enagás, debe facilitar la demanda de energía eléctrica que tiene previsto cubrir dentro y fuera del tramo noroeste.
La comparativa permite determinar la cantidad de gas cuyo transporte no es viable a causa de la congestión. En última instancia, el protocolo prevé la declaración de una Situación de Operación Excepcional (SOE), en la que podría determinarse el desvío de uno de los metaneros destinados a Reganosa a otras plantas. Además, está previsto que si el desvío no es posible «será necesaria la reducción de la regasificación proporcional» de Mugardos y de los usuarios de la entrada por Tui.
Control diario obligatorio
Pese a que los datos se entregan de forma mensual, el seguimiento del protocolo debe ser diario. Es más, en su artículo 5.2 subraya que «se considerará a todos los efectos como el programa de referencia para la operación diaria». El motivo es que la congestión del noroeste varía en la medida en que lo hace la demanda de gas dentro de Galicia.
El colapso se produce principalmente para sacar el gas fuera del tramo, por lo que si aumenta la demanda dentro del mismo también disminuyen los problemas para transportar el restante fuera de la zona noroeste.
La solución a medio plazo
El protocolo fue puesto en marcha a instancia de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que en su informe del 14 de junio sobre la congestión del tramo noroeste solicitaba al gestor del sistema medidas a aplicar a corto plazo. La CNE también solicitaba la elaboración de un estudio «a medio plazo» que diseñase las medidas a tomar para paliar ese problema hasta la puesta en marcha del gasoducto Galicia-Madrid, la única solución a largo plazo, que podría tardar un mínimo de cuatro años en estar completado.
Según confirmaron fuentes de Enagás, sus técnicos ya han comenzado a elaborar ese protocolo que deberá estar finalizado a corto plazo. Es de esperar que en gran parte recoja las medidas propuestas en el documento de julio con el que ya se está trabajando. Su contenido exacto dependerá también de la planificación del sistema gasístico para los próximos años, documento cuya elaboración debería quedar finalizada este mismo año y en el que previsiblemente se incluirá la construcción del gasoducto Galicia-Madrid prometida por el Ministro de Industria.