El aniversario de Mozart será el protagonista de las alfombras florales

FERROL

Ares La más grande de este año medirá 300 metros de longitud y tres de ancho La tradicional procesión posterior al Corpus culminará el domingo el trabajo de un mes

15 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Los vecinos de Ares comenzaron hace un mes la búsqueda y recolección del pampillo , una flor parecida a la margarita, aunque algo más grande y completamente amarilla que es el principal componente de las alfombras florales típicas de la localidad. Las alfombras son la mayor atracción de la fiesta que se celebra este fin de semana, el inmediatamente posterior a la festividad de Corpus Christi. Hasta el sábado no comenzará la búsqueda de las flores de colores, que son menos resistentes que el pampillo y se emplean para dar variedad al diseño de las composiciones. Como es tradicional, los vecinos se juntan en siete grupos, que rondan los 50 componentes cada uno. Cada agrupación está encargada de un tramo de alfombrado. Este año, la más larga será la que transcurra por la calle Real, uniendo la iglesia y el Ayuntamiento. Medirá 300 metros de longitud y tres de ancho; es decir, 900 metros cuadrados, los suficientes para cubrir la práctica totalidad de la calzada. En la elaboración de los materiales también participan ciudadanos de otras zonas de Galicia, venidos de las localidades de Ferrolterra e incluso de Santiago o A Coruña. Las últimas incorporaciones son los nuevos vecinos, que tienen en Ares una segunda residencia. La fiesta siempre toca temas de actualidad. En esta ocasión, y aprovechando el tirón, las alfombras estarán dedicadas al 250 aniversario del nacimiento de Mozart. Los variados motivos dedicados al compositor y a la música que adornarán los conjuntos florales están siendo seleccionados por los grupos en estos momentos. El trabajo se desarrolla en todos los frentes al mismo tiempo y el diseño de las alfombras en la calle empezó ayer. Grupos de vecinos utilizan tiza para dibujar el recorrido y los contornos más básicos de las mismas. El día de trabajo más intenso será mañana, los vecinos recogerán en pleno campo los últimos elementos florales y montarán las alfombras tras cortar las calles. Sin embargo, la jornada grande será el domingo. Por la tarde, tras la celebración de una misa solemne en la iglesia de Ares, la tradicional procesión saldrá del templo y recorrerá la localidad encabezada por el sacerdote y pasando por encima de todas las alfombras, lo que las dejará destrozadas. Así, la fiesta termina con la destrucción del trabajo de cientos de vecinos durante todo un mes, algo parecido a lo que ocurre en las fallas de Valencia. El único inconveniente que ha surgido este año es la falta de propaganda. Dentro de la localidad no se reparten carteles, porque todos los vecinos conocen perfectamente la fiesta. En la mayor parte de Ferrolterra ocurre lo mismo. Sin embargo, la intención de los vecinos de Ares era anunciar el festejo en ayuntamientos más lejanos, algo que no será posible porque todavía no ha llegado la cartelería.