Un pueblo con fiestas de ciudad

M. Cheda AS SOMOZAS

FERROL

JOSÉ PARDO

Reportaje | Cómo vive As Somozas su fin de semana grande El presupuesto de los festejos veraniegos en este pequeño municipio equivale a un gasto de 129 euros por habitante; es decir, 16 veces más de lo que invierte Compostela en su Apóstol

24 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

En el mapa, As Somozas parece un concello medio; ocupa como Narón y bastante menos que Cedeira, casi 71 kilómetros cuadrados. Atravesó su época dorada en los cuarenta, cuando vivían aquí casi 4.100 personas. Ahora se cuentan exactamente tantos hombres como mujeres: 1.396, sumados unos y otras, según el Instituto Nacional de Estadística. Tres de cada cuatro ya han rebasado los 30 años, es una población envejecida. No hay paro apenas y sí industria. Desde Ferrol, en coche se llega recorriendo el corredor de As Pontes hasta Espiñaredo y luego cogiendo una corta si bien serpenteada desviación. Toma una media hora larga el viaje, respetando las señales. Estos días trasnocha el pueblo, anda de fiesta. Vecinos, empresas y administración local invierten unos 180.000 euros en organizar las celebraciones, lo cual equivale a un gasto de 129 por habitante; es decir, proporcionalmente, 16 veces más que el desembolso de Santiago en su Apóstol. Viene sucediendo algo similar desde 1997. En los últimos ocho veranos han actuado en el ayuntamiento Los del Río, Sergio Dalma, Hevia, Mónica Naranjo, Marcela Morelo, Carlos Baute, Raúl, Marta Sánchez, Nuria Fergó... Ayer, en la moderna praza da Igrexa, cuya superficie al menos triplica a la ferrolana de Armas, un paisano se prestó no a identificarse, aunque sí a conferenciar sobre el asunto: «¿Se lle parece ben á xente ese gasto? Home, éche unha felicidade ter algo bonito e lucido, pero por aí tamén hai quen di que é unha forma de tirar os cartos». Formulada idéntica pregunta al alcalde, Manuel Candocia (PP), quien ocupa el cargo desde 1979, la respuesta suena igual de difusa. «Nas eleccións -arguye-, saco o noventa e pico por cen dos votos. Do resto, non sei». Caprichos de estrella A los conjuntos musicales los selecciona el regidor. No semeja que vaya a mudar mucho de estilo, al menos no antes de superar dos retos. «Quero traer a Shakira e a Carlos Baute. Desta volta non pudiemos porque estaban de xira fóra de España», delata frustrado sus gustos. Los contratos con los artistas son cosa de Francisco Castro, un tipo de Ortigueira. Él apalabra y firma conciertos por toda la comarca. Lo caracterizan unas gafas de sol línea Jack Nicholson y un apéndice de nombre Nokia que luce en su oreja derecha. No cesa de hablar por el móvil mientras da instrucciones: «Aquel escenario alá», «saca esa furgoneta»... De los caprichos de las estrellas recuerda los de Mónica Naranjo, en julio del 2000: «Quería unha chea de colonias caras, espellos enormes e unha tequila que non dimos atopado». El engorro de formar la comisión le ha caído este verano a Cristina-ojos-azules y a Herminio-camisa-modelo-El-Fary. Carpeta en mano, ayer muy de mañana comenzaron a recorrer la parroquia casa por casa. 10 euros, 40, 75... La mayoría de familias donan entre 60 y 120. Ella es novata en las lides. Hasta ahora, había visto los toros tras la barrera. «Fue gracioso el año de Sergio Dalma. Llegó por la tarde, vio lo grande que era la plaza y preguntó para quién iba a tocar. Luego flipó al ver tanto público», rememora el 99. Y mañana, Manterola Y es que anoche en As Somozas esperaban a 30.000 visitantes para oír cantar y tocar gratis a Diego Torres y a la orquesta Billo's Caracas Boys. Hora y media antes de que saliese al escenario el crack argentino, lo aguardaban ya unas 5.500. Mañana repiten los venezolanos y actúa Patricia Manterola ( Que el ritmo no pare ). Los mismos 250.000 vatios de sonido, las mismas cinco barras auxiliares, los mismos 26 camareros... Este lugar es un pueblo con fiestas de ciudad.