El Racing revive tras un agónico triunfo frente al Elche

FERROL

JOSÉ PARDO

Manel Fernández Anido logró el tanto de la victoria en el descuento El Racing jugó frente al Elche uno de los peores partidos de la temporada, aunque ganó. El portero Jorge Aizkorreta, que está en un gran momento de forma, lo paró todo, incluso un penalti a Nino, el pichichi de Segunda División, a los catorce minutos de juego.

12 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Por si fuera poco, en el tiempo de descuento, después de aguantar un auténtico chaparrón de llegadas de los delanteros ilicitanos, Manel hacía el tanto de la victoria en un chapucero remate de cabeza que valió su peso en otro. Gracias a Dios, no había tiempo a la reacción de un peligroso Elche, ya que el árbitro pitó el final. La victoria, tras cinco derrotas en seis partidos, fue un balón de oxígeno para los ferrolanos, aunque el Racing no está bien. El Elche se limitó a cerrarse bien atrás y contragolpear, aprovechando la poderosa velocidad de sus puntas. El Racing no tuvo el balón, lo perdió constantemente, y además ni Grozdic ni Uriz fueron capaces de crear juego. El balón llegó arriba con pelotazos desde atrás, con la consiguiente desventaja para los delanteros. El único ataque de los ferrolanos dependía de una jugada individual de alguno de sus hombres, por lo que Valerio apenas se manchó los guantes, a no ser al desviar a córner un disparo de Ismael Marchal. En la segunda parte las llegadas del Elche fueron constantes, aunque Aizkorreta respondió una y otra vez a las atacadas de los ilicitanos. Sólo parecía cuestión de tiempo que llegara el tanto levantino. El técnico local dio entrada a Manel, Lobos y Emery como hombres de resfresco aunque poco cambió, ya que los ferrolanos siguieron perdiendo balones y carecieron de llegada de gol. El Elche, ya desesperado, parecía incluso conformarse ya con el 0-0, de ahí que el técnico ilicitano, Julián Rubio, decide sacar a Moha, un delantero, para dar entrada a Moreno. Sin embargo, prácticamente en la única llegada del Racing con cierto peligro -salvo un posible penalti a Uriz por un desplazamiento- un centro de Grozdic lo toca Emery con la cabeza, el balón llega a Manel quien también golpea con la cabeza y el balón hace un extraño que sorprende a Valerio. El Racing, que esta temporada ya perdió varios partidos de foma injusta, recibía en la noche de ayer un generoso regalo de Reyes, aunque llegara con un poco de retraso.