«Galicia es una zona ejemplar en la lucha contra la basura marina por la masa crítica en investigación y por la concienciación del sector pesquero»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez SANTIAGO

FAI GALICIA VERDE

Marisa Fernández, coordinadora del proyecto europeo Clean Atlantic
Marisa Fernández, coordinadora del proyecto europeo Clean Atlantic Cedida

Marisa Fernández coordina desde el Centro Tecnológico del Mar de Vigo el proyecto europeo CleanAtlantic que busca mejorar las capacidades de prevención, seguimiento y eliminación de los residuos marinos en el Espacio Atlántico. Subraya el gran conocimiento adquirido que hay en la comunidad

03 jun 2019 . Actualizado a las 12:06 h.

Madrileña de nacimiento pero gallega de sentimiento y adopción, Marisa Fernández, doctora en Ciencias Químicas y, durante más de diez años, coordinadora de la red de Laboratorios de Referencia de Biotoxinas Marinas de la UE, está a cargo desde el año 2002 del área de Control y Gestión del Medio y de los Recursos Marinos del Centro Tecnológico del Mar (Cetmar), un organismo que lidera uno de los grandes proyectos europeos sobre basura marina, esa amenaza ambiental cada vez más preocupante. El programa, denominado CleanAtlantic (financiado con fondos FEDER a través del Programa Interreg Espacio Atlántico) tiene como objetivo reducir la presencia de este tipo de residuos en el espacio atlántico por medio de la colaboración de los principales actores implicados, como profesionales del mar, puertos o autoridades locales, una implicación sobre la que la experta aclara que se ha avanzado mucho. El proyecto, que coordina desde Vigo a 18 organizaciones de cinco países distintos (España, Francia, Reino Unido, Irlanda y Portugal), nació en septiembre del 2017. En agosto del 2020 llegarán las conclusiones. 

-¿Cómo nace CleanAtlantic?

-La iniciativa surge del Cetmar y es fruto de una trayectoria de trabajo de diez años en el ámbito de la basura marina. Fueron varios los proyectos que previamente lo abordaron. El primero de ellos, bastante pionero y que sentó las bases de la implicación del sector pesquero y portuario, se llamaba Nada pola Borda, que incluyó las primeras actuaciones de recogida y caracterización de basura marina con la colaboración de las flotas. Después desarrollamos 3RFISH, en el que se hizo un primer diagnóstico de los residuos que generaban la actividad de ambos sectores y una primera aproximación a posibles alternativas de gestión de esos residuos, como redes en desuso, residuos de poliestireno o pilas. En un tercer proyecto, PESCAL, se trabajó también en organizar alguna campaña dirigida a zonas de acumulación de residuos y en explorar el problema de las redes fantasma, abandonadas o perdidas. Estas tres iniciativas sentaron las bases para lograr una capacidad de interacción con el sector pesquero y portuario que, unido a las alianzas ya establecidas con otras organizaciones y el conocimiento ya adquirido, nos permitió abordar una iniciativa de mucho más envergadura y a nivel europeo, como es CleanAtlantic.

Reunión del proyecto CleanAtlantic que tuvo lugar en mayo en el Cetmar
Reunión del proyecto CleanAtlantic que tuvo lugar en mayo en el Cetmar

-¿En qué ámbitos de trabajo se centra el proyecto?

-Hay una línea de trabajo muy importante que es la de capturar el conocimiento existente en cuanto a basura marina en los cinco países implicados. Para ello se está trabajando en recopilar los datos que hay tanto sobre los fondos como de basura flotante o en la costa así como información sobre el enredo de organismos como consecuencia de la basura marina. También estamos recogiendo iniciativas e identificando a organizaciones que trabajan en esta problemática en los distintos países. Además recopilamos los resultados más relevantes de proyectos nacionales o europeos o aquellos que generan organizaciones con experiencia en la temática. La filosofía es poner toda esta información en la web del proyecto, a través de mapas interactivos, informes técnicos o visores, de una manera clasificada, organizada y amable. En este momento ya está muy avanzada tanto la recopilación de la información como el desarrollo de esas bases de datos y de esos visores que van a facilitar el acceso a la misma.

-¿Es también básico conocer la circulación y el destino de la basura marina?

-Sí, otro de los grandes objetivos de CleanAtlantic es desarrollar herramientas de modelización para predecirlo así como desarrollar mapas de zonas de acumulación, denominadas hotspots y, para determinarlas, se está desarrollando modelos de predicción del transporte y del comportamiento de la basura marina. En función tanto de los resultados de estos modelos como del conocimiento local por parte de los pescadores, guardacostas o de las asociaciones de buzos se va a intentar definir con la mayor precisión posible zonas de acumulación para que luego podamos intervenir en ellas y valorar la idoneidad de realizar actuaciones de limpieza.

-¿En este apartado hay ya alguna conclusión a nivel gallego?

-Por ahora solo tenemos conclusiones generales, habrá que esperar al fin del proyecto. Sí se sabe que las desembocaduras de los ríos constituyen un aporte muy importante de esa basura que está mal gestionada y que procede de actividades urbanas o industriales. Son zonas donde vamos a tener más acumulación, así como también en las bocas de las rías. Eso sí, no podríamos destacar Galicia como una zona especialmente significativa en este sentido. No tiene acumulaciones muy relevantes o destacables en comparación con otras zonas geográficas.

 -¿Pero, independientemente de que aún no haya concluido el proyecto, cómo ve en general la situación de la comunidad en lo relativo a la basura marina?

-Yo creo que estamos en una muy buena posición. Es necesario destacar las organizaciones que desde Galicia realizan investigación marina, ya sea el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar), un centro puntero en lo que se refiere a monitorización; el propio Cetmar, un organismo muy dinamizador en la colaboración para la realización de proyectos; las universidades gallegas; o el Instituto Español de Oceanografía. Además, también es muy reseñable, e importante, el propio tejido productivo, tanto el sector pesquero como portuario, que lleva años muy sensibilizado y trabajando para abordar esa problemática e, incluso, es impulsor de iniciativas para proteger el medio en el que trabajan, para ser guardianes del mar. En definitiva, Galicia es una zona ejemplar por la masa crítica importantísima que hay de organizaciones y por lo relativo a conocimiento, concienciación y motivación tanto por parte del sector, como de la administración y de la investigación.

Una acción piloto busca demostrar cómo en una comunidad costera pueden implicarse los distintos actores para abordar la basura marina

 -¿Hay alguna actividad específica que se esté desarrollando a raíz de CleanAtlantic?

-Sí. Una de las más interesantes implica al IES de A Illa. Guiados por el Intecmar (uno de los socios del proyecto), los alumnos de este instituto están visitando semanalmente playas que tienen asignadas y, siguiendo un protocolo, toman datos o hacen fotografías de zonas de acumulación de residuos. Luego estas imágenes las suben a Instagram. El Instituto Tecnolóxico compara esta captura de información con los resultados de los modelos predictivos del transporte de basura marina. Esta intervención combina concienciación y sensibilización ciudadana con una actuación de modelización y de monitorización de la basura. Acoplado a ello, desde el Cetmar trabajamos con la cofradía de este concello arousano para recoger la basura que venga asociada a sus aparejos o que encuentren en las actividades de marisqueo. Además, hemos empezado ya a concretar con el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) actuaciones de colaboración tanto para identificar zonas posibles de acumulación como actuaciones de limpieza. La idea es encajar acciones de pescadores, mariscadores, del Igafa, del instituto y colegio. La meta es realizar una acción piloto para demostrar cómo en una comunidad costera, muy dependiente de la pesca, pueden implicarse los distintos actores para abordar la problemática de la basura marina.

 -¿Nota más concienciación entre los ciudadanos?

-Sí, por ejemplo la respuesta y las actuaciones que están realizando los estudiantes del instituto de A Illa son francamente muy entusiastas. Están muy concienciados y son muy creativos. De hecho, hemos tenido hace varias semanas un taller con todos los socios del proyecto europeo en el que han participado estos alumnos contándonos su experiencia. Es francamente ejemplar lo que están haciendo. Además, también hay que reconocer la motivación del sector pesquero, concretamente de las cofradías que están participando en proyectos de este tipo. El nivel de sensibilización es muy grande. Hay que seguir trabajando en ello pero es cierto que es muy significativo.

 -Más allá de que sí se ha avanzado mucho en cuanto a la sensibilización, ¿qué más podemos hacer cada uno de nosotros?

-Aún tenemos mucho que hacer en lo que se refiere a cómo tratamos nuestros residuos domésticos; a gestionarlos de manera que facilitemos que sean posteriormente reciclados. También tenemos que dar pasos en cuanto a intentar reducir los productos plásticos de un solo uso, así como cambiar nuestros hábitos de consumo o participar en actuaciones de voluntariado o limpieza. Es una problemática ambiental en la que, por suerte o por desgracia, tenemos mucho que hacer desde la sociedad civil.

-En abril hubo en Sevilla un congreso internacional sobre la basura marina en el que se reclamó al Ejecutivo más campañas de concienciación ¿Qué le piden los expertos al nuevo Gobierno?

-Nuestra experiencia en trabajar tanto con la administración central como autonómica en esta problemática es muy buena. De la central (el Ministerio de Transición Ecológica) es muy destacable el trabajo que ha hecho en implementar la directiva marco sobre la estrategia marina. El Ministerio ha trabajado en desarrollar las actuaciones que conlleva y en capitalizar el conocimiento que existe en las organizaciones, ya sea entre las que se dedican a la investigación como las que hacen monitorización. Con la consellería del Mar elaboramos en el año 2016 el plan Mar Limpo, destinado a reducir la basura marina con la implicación del sector pesquero, que va a continuar en los próximos meses y años a través de distintas actuaciones. 

Lo que les pedimos a ambas administraciones es que se sigan trabajando en implementar la legislación ambiental y en utilizar los fondos que existen para financiar y potenciar este tipo de actuaciones.

«En los puertos de la provincia de Pontevedra se está desarrollando un proyecto con un importante componente de economía circular»

Equipo del área de Control y Gestión del Medio y de los Recursos Marinos del Cetmar
Equipo del área de Control y Gestión del Medio y de los Recursos Marinos del Cetmar

Más allá del CleanAtlantic, en julio del 2018 arrancó, coordinado también por el Cetmar, el proyecto gallego Marine Litter-Style (ML Style), encuadrado en la iniciativa Blue Growth de la Autoridad Portuaria de Vigo y financiado por Inditex. En él, y junto al máximo objetivo de reducir la basura marina, se trabaja también para diseñar un sistema de gestión integral de los residuos inorgánicos de los puertos pesqueros, así como estudiar las posibilidades de reutilizarlos como materias primas para la fabricación de ropa, accesorios o complementos de moda para la industria textil.

En esta iniciativa, en la que también colaboran la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra, participan barcos de arrastre de litoral de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y Ría de Marín y de las cofradías de A Guarda, Baiona, Vigo, Redondela, Cangas, Cambados, O Grove, Vilanova de Arousa, A Illa y Portonovo. Pescadores y mariscadora de estas diez entidades se suman también desde mayo a las acciones de retirada de basura marina.

-¿Cuál sería lo más novedoso de este programa respecto a los otros puestos en marcha desde el Cetmar?

-Este proyecto no solo contempla la protección del mar y sus recursos mediante la retirada de residuos con la participación del sector pesquero, sino que incorpora un componente importante de economía circular al estudiar las alternativas de aprovechamiento y reciclado tanto de los residuos recogidos por los pescadores y mariscadoras como de los residuos plásticos que se generan en las empresas que operan en el entorno portuario y las redes en desuso. La participación de la empresa JJ Chicolino, con una trayectoria de muchos años en el desarrollo e implantación de procesos innovadores de reciclado, es una fortaleza muy destacable del proyecto.

 -¿Cómo de avanzado está el estudio y la identificación de los residuos con mayor potencial de reciclaje para el sector textil?

-Desde que se puso en marcha la retirada de residuos con la colaboración de la flota de arrastre, se está realizando una caracterización cualitativa y cuantitativa de los mismos con una periodicidad semanal y una separación de aquellas fracciones con mayor potencial de reciclado orientado a la fabricación de ropa, complementos y accesorios, concretamente las botellas de PET (tereftalato de polietileno) y los restos de redes fabricadas a partir de poliamida o polietileno. Han comenzado ya los estudios de aprovechamiento de la granza obtenida a partir de redes y a partir de los residuos plásticos de las empresas portuarias y el hecho de que se hayan incorporado en el proyecto las cofradías de Pontevedra nos permitirá evaluar la capacidad de recogida de residuos que tiene la flota artesanal y los mariscadores y proporcionará materiales adicionales para los estudios de reciclado. Los resultados de estos estudios estarán disponibles en los próximos meses.