Se extiende por Galicia el «plogging», el deporte de moda que busca dar un respiro al planeta

FAI GALICIA VERDE

MARTINA MISER

A la comunidad también ha llegado esa tendencia ecodeportiva que invita a recoger basura mientras se practica ejercicio físico. Quedadas como las organizadas por el atleta santiagués Amador Pena o carreras no competitivas, como la que tuvo lugar el año pasado en A Illa de Arousa, son solo algunos de las iniciativas que ya suman adeptos. Mientras, el propio movimiento Plogging, de origen sueco, ya planea acciones en Galicia para darse aún más a conocer

29 mar 2019 . Actualizado a las 07:50 h.

Fue este febrero cuando se visibilizó de forma oficial en España el movimiento Plogging, una novedosa práctica ecodeportiva nacida en Suecia en el año 2016 (su nombre aúna jogging -correr en inglés- y plocka upp, que significa recoger en sueco) y que anima a recoger residuos y a depositarlos en una bolsa mientras se practica deporte o se hace algo de ejercicio diario. Sus defensores organizaron en Ibiza unas jornadas de sensibilización para dar más a conocer este fenómeno impulsado por el sueco Erik Ahlström, un ciudadano que harto de ver los residuos que había cerca de Estocolmo, decidió no quedarse quieto y tratar de recoger parte de la basura en sus carreras habituales. Tras dejar constancia de ello en las redes sociales, creó un grupo que de forma vertiginosa extendió esta tendencia -que combina esfuerzo físico y cívico-, por los territorios nórdicos para acabar conquistando a más de 25.000 personas de un centenar de países, entre ellos, España, adonde llegó en el 2018.

Óscar Caro, uno los impulsores de Plogging España -un grupo de deportistas y creadores comprometidos con el medio ambiente-, aclara que desde el primer momento la aceptación en el país ha sido «muy buena». «Cada día nos llegan a través de nuestras redes muchas fotos tanto de gente mayor que lleva a sus nietos a la guardería y en el paseo recogen la basura que se va encontrando, como de colegios, que organizan actividades concretas para limpiar ciertas zonas. El recibimiento de la iniciativa ha sido espectacular», insiste, antes de aclarar, que aunque su nombre lo liga al atletismo, en esta práctica, que se puede acometer en cualquier espacio (playa, monte o ciudad), no es necesario estrictamente correr. «Se puede realizar caminando», puntualiza. Aún así, entre los mejores abanderados del Plogging en nuestro país están hasta ahora los clubes deportivos. «Además de los equipos de running, hay grupos de natación, de ciclismo o, incluso, de piragüismo, que se han sumado a esta tendencia de recoger residuos mientras se practica deporte», subraya. «Algunos organizadores de carreras incluso se han puesto en contacto con nosotros para montar una especie de coche escoba que recoja basura», destaca con orgullo.

A pesar su finalidad ecológica, los seguidores de esta modalidad no esconden, aún así, las bondades del desgaste físico suplementario y aseguran que se pueden llegar a quemar hasta 300 calorías con tan solo 30 minutos de práctica, al intensificar la carrera con, por ejemplo, las sentadillas necesarias para recoger un desperdicio del suelo.

Compartir trucos para limpiar más en menos tiempo o mostrar en Facebook o Instagram lo recogido en la bolsa (reconocen en muchos casos que no son conscientes de la cantidad de residuos generados hasta que se recogen) son solo algunos de los hábitos que se extienden entre los ya conocidos como ploggers.

«Lo que buscamos es que la población entienda que el cambio es parte de todos y que en nuestro día a día y con pequeñas iniciativas podemos hacer mucha fuerza para ayudar al cambio», insiste Óscar Caro, que pone el foco en involucrar, además de a las instituciones y al tejido empresarial, a toda la sociedad civil.

Para ello, y tras el acto de Ibiza, la organización ya planifica una gira por distintas provincias españolas (reconoce que desde Galicia le han llegado peticiones desde varios concellos) con la vista puesta en un acto central, y nacional, que tendría lugar en el 2020.

«Lo importante ahora es darnos a conocer, generar conciencia y conseguir colaboradores locales», explica. «También, dar voz a esos movimientos anónimos que desde hace años ya llevan adelante este tipo de recogidas», añade. 

Un entrenamiento por varias playas coruñesas

En nuestra comunidad, una de las iniciativas con mayor tirón en este ámbito ha sido la del santiagués Amador Pena, un corredor, veterano en carreras populares, que tras años entrenando en entornos naturales, ha decidido también pasar a la acción.

BASILIO BELLO

«Yo acostumbro a moverme mucho por la Costa da Morte, a recorrer sus playas, y cada vez que salgo a correr me impacta mucho visualmente la cantidad de basura que me encuentro, los desechos que están tirados tanto en arenales como en cunetas de las carreteras», aclara ya de inicio. Por ello, hace meses invitó a conocidos y a compañeros, tanto de su grupo de entrenamiento (Kaizen Compostela) como de su club de atletismo de O Pino, a sumarse a unas quedadas por distintos lugares de la provincia de A Coruña, como Corme, Muros o Ribeira, en las que, más allá de entrenar, el principal cometido era limpiar el suelo.

«A esas jornadas, con varios grupos repartidos por distintas playas, se sumaron cerca de 50 participantes», comenta, antes de aclarar que en Barbanza la limpieza fue realizada por miembros de una asociación de personas con diversidad funcional (Ámbar). «Surgió la idea porque ves que la gente lo hace por su cuenta», subraya. «En Galicia hay mucha gente que acomete la limpieza de forma aislada; por ello tratábamos de organizarnos unos poco más», añade. El compostelano también pone el foco en que «a todos nos sorprendió muchísimo la cantidad de basura que llegamos a juntar».

Tras el éxito de esa iniciativa, Amador Pena ya piensa en aprovechar carreras populares que se celebrarán esta primavera en localidades de la Costa da Morte para organizar en ese mismo día, y entre los participantes, quedadas de limpiezas. La primera tendrá lugar este fin de semana en Vimianzo. Además, y aunque tiene claro que estas iniciativas se alejan de una modalidad de competición y de que, más allá de lo deportivo, esconden un trasfondo de sensibilización, sí apunta que ya baraja la idea de crear un evento específico cuyos participantes tengan, tras las labores de limpieza, un aliciente. «Aún estamos pensando en cómo hacerlo, estamos viendo las distintas posibilidades. Sería necesario hacer un reglamento y pensar un premio que permitiría involucrar a alguna institución y con el que se podría reconocer a la persona que más basura haya recogido o a esos participantes que, por ejemplo, hayan dejado una zona más limpia», medita. «De lo que se trata es de lograr la mayor eficacia a la hora de limpiar, de conseguir que el evento sea lo más atractivo posible para poder consolidarlo y extrapolarlo a otras zonas gallegas», defiende con entusiasmo el compostelano.

Deportistas gallegos salen a la carrera para limpiar de basura diez kilómetros

MARTINA MISER

Además del empuje de deportistas como Amador Pena, son varias las actividades gallegas que en los últimos meses vinculan carreras y recogida de basura. Una de las más atractivas, por el paraje natural por donde discurrió y por ser uno de los concellos gallegos con mayor tirón turístico, fue la que sirvió de antesala al Carreirón 10K, una prueba circular que en mayo recorre parte de los lugares más emblemáticos de A Illa de Arousa. En el 2018, y una semana antes de que esta se celebrase, dos clubes, el Dorna Fútbol Gaélico y Punta Cabalo Arousa Runners, pusieron en marcha, sobre el mismo itinerario, una carrera previa en la que para participar era necesario llevar guantes y bolsas para recoger basura. Nuria Santiago, presidenta del club de atletismo del concello arousano, rememora ahora, casi 10 meses después, cómo ese día los deportistas reunieron una treintena de bolsas repletas de todo tipo de plásticos, palos de batea, cajetillas de tabaco, guantes o latas de cerveza. Impresionada por los restos recogidos destaca que «a basura chega a estar tan mimetizada co lugar que ás veces non te das conta dela ata que te poñes a recollela». Ante la cantidad de desperdicios, el recorrido les llevó el doble lo habitual y tardaron casi hora y media en completarlo.

MARTINA MISER

Ese día tampoco ayudó la intensa lluvia, que restó afluencia. Aún así, desde el club de atletismo se quedan con los residuos retirados y con el trabajo en equipo, una buena valoración que les anima a repetir carrera este año, aunque, por el momento, su celebración aún es una incógnita.