A partir del próximo julio, los vehículos nuevos equiparán un dispositivo similar al de los aviones que registrará lo que ocurre antes, durante y después de un accidente. También llevarán sistemas avanzados de ayuda al conductor. El objetivo, reducir el error humano.
19 feb 2022 . Actualizado a las 17:29 h.La tecnología no ha dejado de evolucionar en la automoción. Son muchos los vehículos que incorporan de serie una serie de mecanismos electrónicos que aumentan su seguridad. Y serán muchos más a partir del 6 de julio de este año 2002, que es la fecha en la que entrará en vigor la aplicación de una directiva europea que obliga a que todos los vehículos nuevos estén equipados con ocho sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés). Los estudios del Parlamento Europeo estiman que esos dispositivos permitirán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos en los próximos 18 años en las carreteras de la Unión Europea. ¿Cómo se consigue eso? Pues disminuyendo las posibilidades de error de los conductores y avanzando en la investigación de los accidentes para evitar que se repitan, al estilo de lo que se hace en la aviación.
LA CAJA NEGRA
Como los aviones, los coches nuevos incorporarán una caja negra en la que se registrará lo ocurrido antes, durante e inmediatamente después de un siniestro de tráfico. Se almacenarán la velocidad, el frenado y la posición e inclinación del vehículo. La caja negra, que no podrá desactivarse, indicará cómo se activaron los sistemas de seguridad del coche. Esos datos permitirán identificar el tipo, la versión y los sistemas del coche, que podrán ponerse a disposición de las autoridades para la investigación del accidente. Pero no incluirá ningún dato por el que se pueda identificar el vehículo accidentado ni tampoco de su conductor o de su propietario.
SOLO PARA INVESTIGACIÓN
El objetivo del registrador de datos es analizar e investigar las causas que provocaron el accidente, pero esas incidencias no podrán servir para establecer la culpabilidad en un siniestro. Por eso, la normativa es muy clara respecto a que no se identifiquen los conductores. Sin embargo, el análisis de los datos permitirá a las autoridades y a los expertos saber qué pasó y qué hay que mejorar para evitar nuevos accidentes.
EVITAR EL ERROR HUMANO
Los sistemas ADAS buscan reducir la posibilidad de que el conductor cometa un error o se despiste. Para lo primero, el coche incorporará el asistente inteligente de velocidad, que impedirá que el vehículo circule por encima de los límites. Para lo segundo, se activarán alertas de sueño y de cambio de carril y una cámara trasera. Algunos de estos sistemas ya los equipan vehículos actuales.
HACIA EL COCHE AUTOMATIZADO
El reglamento de la Unión Europea 2019/2144 es el primer marco jurídico de cara al futuro del coche automatizado. Pero la incorporación generalizada de tecnologías de seguridad de última generación en los vehículos permitirá la reducción del número de accidentes. Esta normativa actualiza, además, las alertas para que los conductores puedan detectar la presencia de los usuarios vulnerables, como los peatones y los ciclistas, que es una de las principales preocupaciones de la UE.