Madrid Central, a la vuelta de casa

MOTOR ON

21 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia aún vivimos muy tranquilos en algunos aspectos de la circulación de vehículos. Muchas veces hemos hablado en este ON Motor de las célebres etiquetas que dividen a los coches por sus emisiones contaminantes. Muchos se habrán preguntado para qué sirve eso y efectivamente esa pregunta tiene sentido en Galicia, pero en Madrid a nadie le cabe duda de que un coche con etiqueta Cero o Eco es mejor que otro con etiqueta B o C. Porque en Madrid hay una zona de exclusión en el centro de la ciudad para vehículos particulares que no lleven alguna de las dos etiquetas ecológicas.

El conocido como Madrid Central, controvertido por las lecturas que quieren darle cada uno de los gobiernos locales, ya sean Carmenas o Almeidas, pero que al final se resume en que si no tienes un coche eléctrico o híbrido no pasas, ya empieza a ser importante para los ciudadanos de la capital. Tanto, que muchos se han tenido que comprar un híbrido, aunque no lo recarguen nunca, para poder llegar a su casa o al curro sin tener que recurrir al transporte público.

Me imagino que a estas horas, si usted ha tenido la paciencia de leerse este párrafo, se empezará a impacientar porque no encuentra motivo de interés en él.

Pero es que le conviene saber, y a esto viene el cuento, que el Gobierno de este país tiene redactado un anteproyecto de ley que contiene medidas respecto a la circulación de vehículos contaminantes por los centros de las poblaciones de más de 50.000 habitantes. Que en toda España son más de 150 municipios y que en Galicia afectaría en todo caso a Vigo, A Coruña, Ourense, Lugo, Santiago de Compostela, Pontevedra y Ferrol. De momento.

Pues a todos estos les correspondería, a partir del 2023, es decir a la vuelta de la esquina, marcar su almendra central de protección para limitar el tráfico para vehículos que no porten las etiquetas Cero o Eco. Es decir, todos los que se muevan con motores diésel o de gasolina. El 99 % de los que circulan por Galicia. Seguro que a estas alturas a alguno ya le empieza a interesar el temita ese de las dichosas etiquetas de los coches.

Los que se hayan atrevido a desplazarse a Madrid en su propio vehículo ya pueden haber sufrido en sus carnes aquello de bajar por Castellana y, al llegar a Cibeles, querer girar hacia Gran Vía y caer en las garras de las ávidas cámaras instaladas para detectar intrusos sin etiqueta en su coche, que entran de rondón en Madrid Central. Es posible que incluso le haya llegado ya la receta.

Pues eso es lo que puede pasar en Galicia dentro de 14 meses, si entra en vigor esta ley.

Además de peatonalizar algunas calles en los centros urbanos, en otras se puede limitar el tránsito o el aparcamiento a los coches que emitan gases. Aunque sean coche nuevos, con emisiones muy controladas por las últimas normativas europeas.

Sin duda, una medida de este tipo cambiará mucho la percepción que los gallegos tenemos ahora mismo sobre los automóviles eléctricos o híbridos, como ha cambiado la de los madrileños.

Vayan pensando si les hace falta un coche con etiqueta o si se pueden conformar con una bici, un patinete o prefieren ir a pinrel. Madrid Central ya asoma por la puerta.