Al segmento de maxiescúteres ha llegado un rival muy duro: el SYM Maxsym TL cuesta 7.500 euros y ofrece un par notable gracias a su motor bicilíndrico y, sobre todo, a una parte ciclo de altura con suspensión trasera con bieletas, horquilla invertida y pinzas radiales de cuatro pistones. Y encima suena de lujo.
06 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Maxsym TL tiene una imagen agresiva acentuada por una carrocería llena de pliegues, faros full led y un escape situado en posición muy vertical. Al ralentí emite un suave petardeo, en marcha tiene el sonido ronco característico de un bicilíndrico, y cuando dejamos de acelerar deja escuchar un silbido singular y muy adictivo.
El asiento es amplio y cómodo, con un apoyo lumbar que funciona como respaldo. La plataforma permite llevar las piernas en posición normal o semiestiradas, aunque los pies sobresalen un poco a los lados. Junto a una pantalla regulable en altura (con herramientas), la protección de todo el tronco está asegurada y solo notamos un poco de aire en los tobillos, mientras que por encima del cuello no se aprecian turbulencias.
El motor de dos cilindros y 465 centímetros cúbicos rinde 40,5 CV. Es progresivo pero contundente, con un par máximo de 39 Nm a 6.250 revoluciones. En tramos periurbanos no tiene rival, a nada que enroscamos el puño derecho deja atrás a cualquier vehículo de cuatro ruedas. El peso contenido (223 kilos en vacío, más 12,5 litros del depósito de gasolina y algo menos de 5 del aceite y el refrigerante) hace que se mueva sin esfuerzo, incluso en parado: subirla al caballete no es problema.
La suspensión trasera, con monoamortiguador lateral con bieletas y precarga ajustable, es firme y contribuye al comportamiento deportivo. La frenada está asegurada gracias a un doble disco 275 mm mordido por pinzas radiales de cuatro pistones, y en mojado contamos con ABS. Si bajo el asiento pudiéramos meter dos cascos y la pantalla fuera eléctrica, sería la moto perfecta.