El mercado de la moto reaccionó de forma sorprendente ante la crisis del covid-19, con crecimiento, y los concesionarios gallegos se han subido a esa ola para ampliar instalaciones, e incluso traer nuevas marcas emergentes. Sportpasión, con concesionarios en A Coruña y Vigo, es la mejor muestra en un año de gran expansión.ÁNGEL SUÁREZ RAMILO GERENTE DE SPORTPASIÓN
20 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hablamos con el gerente del grupo Sportpasión en Galicia, Ángel Suárez Ramilo, sobre esta inesperada reacción del mercado de la moto en una situación especial.
En un año difícil, el mercado de la moto crece. ¿Cuál es la explicación?
Yo creo que la razón es que ya venía creciendo el mercado antes del covid-19 y en junio y julio hemos recuperado lo que habíamos perdido, aunque estos meses parece que ya se está desacelerando y vuelve la incertidumbre por saber lo que pasará de aquí en adelante. También es verdad que los fabricantes no tienen motos porque con el coronavirus se frenaron las producciones; incluso fabricantes de piezas, sobre todo de Asia, han desaparecido, y además con el cambio de la normativa Euro4 a Euro5 nadie quiere cargarse de stocks.
¿Cómo está Galicia en este entorno?
Nos movemos igual que en el resto de España. No somos diferentes y además tenemos un mercado importante en provincias como Pontevedra, por ejemplo.
Aparecen marcas nuevas en el mercado, ¿hay sitio para más?
Esta es una tarta que se va a repartir entre los que mejor lo hagan. Todo el mundo está ahí, y ahora aparecen los nuevos productores chinos, con grupos muy potentes económicamente, y el tiempo acabará haciendo una selección y se repartirá el mercado. El que lo haga bien se quedará con una parte de la tarta.
¿Cómo es el nivel de los concesionarios gallegos respecto a España?
El nivel general es bueno. Casi todas las marcas marcan unos estándares y hay que cumplirlos, aquí como en el resto de España, y el nivel es bueno según dicen los proveedores que nos visitan. Además, en cuanto uno tira los demás tienen que seguirlo, y aquí siempre hubo mucha competencia.
Lo que se vende en estos tiempos son los «scooters» de 125. ¿Hay vida comercial más allá de ellos?
Hubo un momento en el que ni siquiera teníamos una moto R (deportiva) en tienda, pero ahora comienzan a verse de nuevo. Los tiempos cambian y la cultura de la moto también. Hoy en día la moto aventura es la que más crece, el estilo trail, las llamadas dual que sirven para cualquier terreno.
¿Qué pasos tecnológicos tendrá que dar la moto en los próximos años?
A nivel de humos ya hay normativas cada vez más exigentes que van dictando las reducciones. Ahora entramos en la normativa Euro5 y se van a reducir las emisiones, e incluso las prestaciones. Es algo que afecta mucho a los scooters de 125, que ya andan muy poco. Y a nivel de seguridad las normativas ya obligan también a los frenos con ABS, a frenadas combinadas, y yo creo que llegaremos incluso a tener airbags de algún modo obligatorios.
¿Y la moto eléctrica?
Yo creo que van a funcionar, pero aún no sabemos cuando. De momento no hay clientes que entren por la puerta a pedir motos eléctricas. Y después vivimos en entornos como el de Vigo, con muchas cuestas, donde las motos eléctricas están muy limitadas para responder bien. Supongo que cuando mejoren su autonomía y respuesta empezarán a ser una opción, pero yo creo que aún falta tiempo.
El grupo Sportpasión ha acometido este año una gran expansión. ¿Puede contarnos cómo ha sido?
Aquí en la empresa nos gusta mucho lo que hacemos y a veces nos movemos con el corazón, así que este año hemos abierto una nueva tienda en Vigo exclusiva para Kymco, hemos cambiado el local de A Coruña, también hemos cambiado las instalaciones de Sportpasión en Vigo y ahora en A Coruña estamos cambiando el taller también para incorporar una nueva marca. Siempre estamos intentando mejorar nuestros servicios y la atención al cliente y además somos muy activos también en el tema de boutique, a la que le damos muchos metros cuadrados dentro de nuestras instalaciones.